“Hoy, los diseños de las artes de pesca traen ojos de malla cada vez más reducidos, lo que conlleva a la captura de un porcentaje mayor de juveniles y, como consecuencia, merma en la posibilidad de que la población se renueve”, denunció Pedro Julián Contreras, profesional especializado de la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca (Aunap).
Ante esta situación, la Entidad y la Asociación Agropecuaria y Pesquera de la Isla (Aspril), hicieron un estudio sobre el uso de los artes de pesca que utilizan los pescadores, así como el tamaño de las capturas en una zona del Magdalena Medio y la Orinoquia colombiana.
Los análisis se hicieron en los municipios de La Dorada, Puerto Boyacá y Puerto Salgar, en la zona del Magdalena, y Puerto López y Cabuyaro, en la Orinoquia; en la primera zona se detectaron cuatro tipos de redes con ojos de malla de 10, 15, 17 y 18 centímetros.
“El estudio concluyó que las redes con ojos de malla de 10 centímetros tienen la probabilidad de capturar hasta el 49 por ciento de los juveniles, y por esta razón hay que manejarla con mucho cuidado o, incluso, desecharlas”, indicó Contreras.
Por su parte, en la Orinoquia hay artes de pesca con ojos de malla de 14, 15, 16 y 17 centímetros que hasta el momento no ponen en riesgo la población de juveniles.
Otro dato importante que arrojó la investigación, realizada entre agosto y diciembre, fue la evaluación de la talla óptima de captura para las especies más representativas.
En el caso del Magdalena, el bagre rayado no debe capturarse por debajo de los 48,2 centímetros; mientras que en la Orinoquia, el baboso no puede extraerse por debajo de los 64,2 centímetros.
Sin embargo, de acuerdo con los resultados del estudio, es necesario continuar con la investigación en el próximo semestre, teniendo en cuenta que durante la época de la subienda (enero-abril), el recurso puede tener un comportamiento diferente, por lo que debe analizarse durante este periodo.
“Es necesario corroborar si esas tallas óptimas son realmente iguales en las épocas de subienda o si, por el contrario, cambian”, señaló Contreras.
Adicionalmente, la investigación comprendió un capítulo de análisis histológico realizado por un equipo de biólogos expertos, quienes identificaron los individuos vírgenes, o los que ya estaban más avanzados en estado 1 y 2.
Según los expertos, este análisis es fundamental para determinar la talla de madurez sexual de las especies y así hacer un mejor manejo en la administración del recurso y de las posibles medidas de control.
Hasta el momento los resultados de la investigación aunque no son concluyentes, ya están socializándose con la comunidad; y en su momento cuando finalice el estudio es fundamental que las medidas de ordenamiento que se tomen sean concertadas con la comunidad para hacer un mejor uso del recurso.
