Susana Angarita Directora del Hogar Otoño y María Quijano Representante legal del mismo se presentaron ayer ante la Alcaldía de Yopal para reclamar los pagos que hacen falta por parte de la administración municipal para que este centro de cuidados de la tercera edad funcione.
Las dos valientes mujeres junto al grupo de personas de la tercera edad que cuidan, hablaron sobre la crisis financiera que atraviesan debido a años de incumplimiento de las administraciones y realizaron una protesta pacífica donde manifestaron su inconformidad.
El Hogar Otoño requiere para su funcionamiento mensual entre 70 y 90 millones de pesos, una cifra que cubre alimentación, cuidados médicos, pago del personal que allí trabaja entre otros.
Por parte de la Alcaldía aseguran que no se les debe nada e insisten con asesores jurídicos que se les brindaron todas las herramientas para que se pudiera firmar el convenio lo cual no fue posible por lo que culparon a las dos mujeres. Mientras tanto desde el Concejo invitaron a una mesa de trabajo para ver salidas a esta problemática la cual se realizó ayer, en este caso el remedio fue peor que la enfermedad donde el resultado fue el siguiente:
- se determinó que la Alcaldía de Yopal no cumple con los pagos desde el año 2014
- La secretaria de Acción Social, Milena Bonilla quien inicialmente aseguró que al Hogar Otoño no se le debía nada, concluyo que el contrato anterior no se ha liquidad y que se encuentra en observación en la unidad de contratación.
- Hoy 17 de noviembre la Alcaldía de Yopal recogera a los abuelos que tiene en el centro de cuidados para llevarlos a otro lugar, es decir, que además de no pagar los cuidados la solución es retirar a las personas de la tercera edad que ya se encuentran adaptadas a otros lugares que no fueron revelados.
- La cereza del pastel la puso la Alcaldesa Encargada de Yopal quien ordenó dejar plasmado en el acta su donación de 150 mil pesos a la causa además de comprometerse a apadrinar los 24 adultos mayores junto a la concejal Mayerly Muñoz.
Por ahora doña María Quijano y doña Susana Angarita, férreas defensoras de la tercera edad tienen el corazón roto pues hoy tendrán que ver como se llevan a 24 de sus abuelos a quienes han cuidado con todo el amor.
