Mediante una emotiva ceremonia militar, el Batallón de Apoyo y Servicios para el Combate No. 16, le dio la despedida de la Institución al Sargento Primero Jendersson Herrera León, quien cumplió la mayoría de tiempo al servicio del pueblo colombiano.
Herrera León ingresó al Ejército Nacional en 1994, desde entonces tuvo la oportunidad de recorrer diferentes regiones, entre los que más recuerda, el Catatumbo Norte de Santander, Putumayo, Caquetá y Meta, regiones que han sufrido el rigor del conflicto y donde este suboficial, tuvo que vivir experiencias, que marcaron su vida profesional y personal, como el día que asesinaron al Teniente Romero, su comandante, sin que él pudiera hacer lo suficiente para salvarlo.
Después de 23 años de servicio a la Patria, este soldado colgó el uniforme que fue su segunda piel durante más de dos décadas, para dedicarse a compartir con su amada esposa Claudia Viviana Vásquez Delgado y sus hijos Daniela Stephanía y José Alejandro Herrera Vásquez, el tiempo que dejó de compartir mientras cumplía con su misión.
“Son sentimientos encontrados, por un lado la satisfacción del deber cumplido y por otro lado la tristeza por dejar a mis compañeros de armas en las filas”, expresó Herrera León, quien a su vez recordó el día más bonito de su carrera, cuando ascendió con su hermano Deison Fabián y viajaron a donde su padre, un Sargento Primero en uso de buen retiro y se le presentaron, diciéndole orgullosamente, que eran suboficiales del Ejército Nacional, como él.
Por último, el Suboficial dejó su mensaje para los militares que inician carrera militar “Hay que adaptarse a los cambios, cumplir la misión encomendada y nunca perder los valores de Honor y Lealtad”, concluyó.