El Tribunal Administrativo de Casanare prohibió realizar actividades de exploración y explotación de hidrocarburos en la zona arqueológica y cultural de Támara, hasta tanto se tenga claridad sobre la no afectación de la misma por causa de la ejecución del contrato denominado “Niscota Nuevo”. De igual manera, el alto Tribunal ordenó realizar un trabajo de peritazgo en el sector, el cual tiene un valor de $100.000.000.
La decisión se toma como medida cautelar al tenor de una acción popular radicada por el abogado Luis Arturo Ramírez, ya que presuntamente, este proyecto afecta ostensiblemente el medio ambiente del sector, como también, alterará el entorno y riqueza que posee dicho municipio, uno de los más antiguos de Casanare, y bastión colonial del país.
La licencia ambiental del proyecto “Niscota Nuevo”, fue otorgada en el año 2014 por el ANLA, y el contrato del proyecto data del año 2006, firmado por la Agencia Nacional de Hidrocarburos ANH, y la Unión Temporal Tepma – Hocol S.A, integrada por Empresas Tepma, Talismán Colombia OIL & GAS LTD y Hocol S.A; que está siendo operado por Equión.
