Las comunidades campesinas que se están viendo beneficiadas con el arreglo de sus carreteras, corresponden a la vereda Santa Teresa en Hato Corozal, La Poyata en Maní y Bocas del Pauto en el municipio de Trinidad.
Reinaldo Villada es apenas uno, de las decenas de campesinos que a diario transitan estas vías «…estamos muy agradecidos con estos trabajos, eso es lo que necesita el campesino que nos arreglen las vías, para mejorar nuestras condiciones de vida», asegura.
En la vereda La Poyata se intervienen 12 kilómetros en su única vía de acceso, 20 km en la vía a la vereda Santa Teresa y unos 30 kilómetros en la vía Bocas del Pauto.
«En la vía Bocas del Pauto, una de las más críticas en el Departamento, la Administración a través de Gestión del Riesgo de Desastres ha dispuesto dos frentes de trabajo, con los cuales se está realizando la adecuación de un material de río, distribuido previamente por la Secretaría de Obras Departamental», informa Leonardo Barón, coordinador de la Gestión del Riesgo en Casanare.
Con esta misma maquinaria, recientemente se culminó la intervención de 15 kilómetros en las vías de las veredas Atalayas y Sevilla del municipio de Aguazul, de las que dependen 70 familias campesinas.
Igualmente, se ha establecido en el plan de acción de este kit de maquinaria la intervención de vías terciarias en Villanueva, Yopal, Tauramena y Sabanalarga.