De acuerdo con World Wildlife Fund – WWF, en el mundo existen 7 especies de delfines de agua dulce, de las cuales, cuatro habitan en Asia y tres en Sudamérica, siendo estas las que están en mejor estado de conservación. Colombia no es ajena a su distribución. En la jurisdicción de Corporinoquia hace presencia en los departamentos de Casanare, Arauca y Vichada.
Corporinoquia dentro de su plan de acción 2016 – 2019 “Por una Región Viva”, incluyó en sus líneas estratégicas la formulación de Planes conservación de fauna y flora amenazada. Allí se incluyó el proyecto: “Formulación del plan de conservación para el delfín de río o delfín rosado (Inia geoffrensis) en los departamento de Casanare, Arauca y Vichada”.
En el marco de dicho proceso, se realizó un monitoreo biológico con la finalidad de conocer el estado actual de las poblaciones, este consistió en tres expediciones científicas para establecer los tamaños poblacionales y de grupo de los delfines de río. En estas travesías se identificaron las amenazas directas e indirectas a la conservación de sus poblaciones y hábitats en los ríos Meta, Ele, Cravo Norte, Casanare, Orinoco y Vichada. Los recorridos lograron muestrear 1.293.8 km durante el periodo hidrológico de aguas bajas donde se estimaron 430 animales en total. La distribución por cuenca correspondió a 206 individuos para el río Meta, 89 individuos para los ríos Ele, Cravo Norte y Casanare; y finalmente 135 individuos para los ríos Orinoco y Vichada.
A su vez, se establecieron como las principales amenazas directas a la conservación de delfines de río, los conflictos con las pesquerías comerciales y artesanales representados en la mortalidad incidental de individuos y la muerte por retaliación, debido a la percepción negativa que presentan los delfines con pescadores por los daños a los artes de pesca y competencia por el recurso pesquero. Entre las amenazas indirectas que presenta la especie se registraron los efectos del cambio climático, los cambios en el uso del suelo a escala de cuenca para el establecimiento de cultivos agroindustriales y pecuarios, contaminación del agua por derrames de hidrocarburos, bioacumulación de mercurio total en las redes tróficas acuáticas, planificación de proyectos de infraestructura fluvial como hidrobias e Inadecuada implementación de prácticas turísticas (pesca deportiva y turismo de observación).
Es así, que considerando las amenazas a las cuales el delfín rosado se encuentra expuesto, la Corporación formuló el plan de conservación de la especie que cuenta con una vigencia de 10 años y propone líneas, objetivos, metas, acciones, indicadores, resultados esperados, nivel de prioridad y responsables.
Este plan va contribuir a la conservación y la de sus hábitats, a través de la implementación de acciones dirigidas a la investigación, divulgación, manejo sostenible, educación ambiental y fortalecimiento institucional, articulando los esfuerzos participativos realizados entre pobladores rurales y locales, diferentes ONG, entidades gubernamentales locales y regionales, Corporinoquia, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADS) y universidades.