Por: Javier Alonso Gaviria
Durante varios años se ha escuchado voces disonantes ante el gobierno nacional, por parte de profesionales de la región que ven con preocupación como no son tenidos en cuenta por el gobierno del presidente Iván Duque (el mejor amigo de Casanare) para integrar cargos de importancia en el gobierno, como por ejemplo ser director de un ente descentralizado, un ministerio o al menos un viceministerio.
La molestia se acrecentó al conocerse el nombramiento de la metense Sandra Rocío Sandoval, como viceministra de minas; y eso, que el departamento de Casanare, ha sido “uribista” desde el primer gobierno del presidente Uribe, e inclusive tiene dos congresistas por el partido de gobierno (senadora y representante a la Cámara), pero parece ser que no tienen un gran peso político al interior del gobierno ya que escasamente les nombran funcionarios en cargos de bajo perfil como por ejemplo Guillermo Alexánder Velandia Granados, subdirector de Gestión Nacional del Riesgo (llegó por méritos propios), hay otros casanareño en esa entidad ocupando cargos de profesionales.
¿Pero y entonces para cuando veremos en el gobierno amigo a un casanareño ocupando el cargo de ministro o viceministro?, o será que ¿no hay profesionales casanareños para ocupar un cargo de esos?, o de pronto ¿al gobierno nacional sólo les importan al momento de votar?, o es que a ¿los congresistas casanareños no los escuchan en el alto gobierno?, ¿Qué tienen que hacer los profesionales casanareños (aparte de votar por el que diga Uribe) para poder acceder a un cargo de dirección nacional?. Con amigos como esos para que enemigos.