“La indemnización como reparación integral es un aliciente entre todo lo que uno vive… este dinero sirve mucho cuando uno lo sabe aprovechar”: Nelson Gómez, víctima discapacitado en Casanare.
Nelson Fernando Gómez Espitia nació hace 52 años en San Luis de Gaceno, un pequeño municipio de Boyacá. Hoy reside en Monterrey, Casanare no muy lejos de su pueblo natal, de donde un día salió en busca de nuevos caminos y estando en esta búsqueda, la vida le puso en un infortunio encuentro con grupos subversivos que le dejó como consecuencia su limitación para caminar.
Seguir adelante
Pese a su limitación para caminar, guardaba su deseo de superarse, así que siguió adelante con su vida. Logró organizarse y formó una familia. No pasaron tantos años de estar viviendo en el Departamento de Arauca, donde nuevamente se tuvo que enfrentar al horror de la violencia que era dirigida por grupos violentos al margen de la Ley: “Trabajábamos como comerciantes en Arauca y ese día hasta ahí llegamos, sufrimos desplazamiento en 2005 junto a mi familia y desde ahí me ha tocado hacer varios traslados de un lado a otro por tema de seguridad… Desde hace 7 años vivo en aquí en Monterrey”…
Por motivo de su discapacidad física, logró entrar a la ruta prioritaria de reparación integral y actualmente es una de las 1.163.650 personas registradas en la Unidad, que han accedido a reparación integral mediante indemnizaciones.
Cuenta que al llegar a Monterrey, no sabía cómo debía hacer la denuncia para ser reparado, así que buscó ayuda. Inmediatamente conoció el proceso, se puso en la tarea de hacer todos los trámites para poder acceder a la indemnización: “Saqué mi certificado de discapacidad y quedé sorprendido por la rapidez en que todo sucedió; al cabo de unos meses ya fui notificado y me fue entregada mi carta-cheque.
Estos dineros nos han ayudado para suplir grandes necesidades porque la verdad hemos tenido muchos gastos de desplazamiento de un lado a otro por el tema de seguridad. Este dinero sirve mucho cuando uno lo sabe aprovechar. Al igual que yo, mis padres son víctimas de desplazamiento. Después de que la Unidad me reparó, ellos también hicieron la declaración de los hechos de los que fueron víctimas, pero hubo una mala interpretación legal y no los aceptaron, así que hicimos de nuevo la solicitud, gracias a las reuniones con la Unidad, este caso fue escuchado y también fueron reparados”.
El camino de Nelson no paró allí. Obteniendo su reparación integral por parte de la Unidad, sintió que tenía que ayudar a más víctimas que al igual que él en su momento, necesitó de orientación. Es así como se postula para hacer parte de la mesa de víctimas y conocer más de cerca los procesos que se adelantan en beneficio de las víctimas. Desde su silla de ruedas con la que se mueve a todos lados, ejerce como coordinador de la mesa municipal de Monterrey y es integrante de la mesa departamental de víctimas en Casanare, donde ha podido capacitarse, aprender y ayudar a otras víctimas que al igual que él, necesitan de una orientación para acceder a su reparación.
Desde su rol de líder, envía un mensaje a otras víctimas:
“No se dejen creer por otras personas intermediarias que no tienen nada que ver con la Unidad, yo les digo a las demás víctimas que no dejen de hacer sus procesos, busquen a los integrantes de las mesas departamentales para entender mejor estos documentos y se dé más pronto sus procesos”.