La situación financiera del Instituto Financiero de Casanare, se sigue agravando, a las ya conocidas pérdidas cercanas a los cuarenta mil millones de pesos, se suma ahora la pérdida de seiscientos millones más, por una conciliación en medio de una demanda civil, la nueva deuda será cancelada en cuotas.
El lío jurídico que derivó en el pago de los seiscientos millones de pesos, viene desde el año 2015, cuando las directivas del IFC, suscribieron un contrato con la firma Soluciones Jurídicas, para que se encargará de cobrar cerca de 140 créditos otorgados por el IFC, a campesinos y pequeños empresarios casanareños, pero que por varios motivos se habían convertido en créditos morosos.
Para el año 2019, la directiva del IFC, decidió liquidar de manera unilateralmente este contrato, y reasumir el cobro jurídico de manera directa, pero los dueños de la firma Soluciones Jurídicas, no aceptaron dicha liquidación y decidieron demandar el acto administrativo. En un primer intento de conciliación los apoderados de Soluciones, pidieron nueve mil millones de pesos por daños y perjuicios, pero paulatinamente fueron bajando las pretensiones hasta llegar a los seiscientos millones de pesos, que terminara pagando el IFC.