La Gobernación de Casanare y la Alcaldía de Aguazul, mediante un convenio interadministrativo culminaron las obras incluidas en el plan de acción tras la declaratoria de calamidad pública por afectaciones generadas durante la segunda temporada de lluvias de 2016.
En primera medida, se recuperó el servicio de agua potable para más de 25 mil habitantes del municipio arrocero, gracias a la construcción del paso elevado sobre el río Unete sector Palo Santo, el cual colapsó por deslizamientos.
«Veníamos surtiendo con agua al municipio, únicamente desde el punto de captación La Chichaca, lo que generaba muchos cortes, hoy el municipio ya puede contar con el óptimo servicio de agua potable», manifestó Mauricio López, delegado de la Alcaldía en el tema de Gestión del Riesgo.
Asimismo, se hizo la rehabilitación y construcción de barreras de protección tipo espolones en hexápodos, en el río Unete frente al casco urbano, en el sector Los Esteros y en el sector San José.
Leonardo Barón, coordinador Departamental de Gestión del Riesgo, explicó que estos trabajos fueron necesarios para brindar más seguridad al área urbana del municipio, y proteger de inundaciones las veredas San José y Guaduales, que por desbordamientos del afluente, año a año venía afectando cultivos y enseres a campesinos de dichas comunidades. Además, afirma que con este tipo de obras se envía un mensaje de tranquilidad a la población, quienes se van a sentir más seguros en esta temporada invernal del 2018.
Según el criterio de los profesionales en ingeniería, las obras de protección apropiadas para estas áreas del Unete, son los espolones en hexápodos, los cuales van anclados a una guaya de siete octavos funcionando monolíticamente, es decir que su peso y su resistencia es mucho mayor, lo que garantiza que no sean arrastradas por la fuerza del río, cumpliendo su función en la protección del talud.
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