Se acentúa la crisis en el municipio de Yopal, lo que está sucediendo parece más la reencarnación a lo criollo de las 7 plagas de Egipto, y lo sorprendente es que, todas nos llegaron al tiempo, con probabilidades de que se siga aumentando la cifra.
Empecemos por la ingobernabilidad, una ciudad que en ocho meses la gobiernen 5 alcaldes, es un récord olímpico, no superado ni por la época en que los alcaldes eran nombrados por el intendente o gobernador de turno; púes bien, es ampliamente conocido que Yopal ya lleva esos 5 alcaldes, ello debido a los problemas judiciales por los que atraviesa el alcalde titular.
La segunda plaga es la inseguridad, la cual está llegando a ribetes muy preocupantes, al punto de que varios empresarios y comerciantes han empezado a abandonar la ciudad, ya que las modalidades de atracos y robos, son realizadas pr bandas profesionales que en dos fines de semana se han llevado ochocientos millones de pesos, fruto de atracos con armas con silenciadores, fleteos, y el más reciente, al estilo topos en una joyería en pleno centro de la ciudad, a escasos pasos de la gobernación, la zona bancaria, la Fiscalía, un CAI, el Tribunal Administrativo, entre otros.
La tercera plaga es el cierre del relleno sanitario, por parte de ciudadanos y vecinos cansados, a los cuales la paciencia se les agotó después de cerca de 20 años de estar padeciendo el suplicio de los malos olores, aves de rapiña, derrame de lixiviados, y la promesa de los burgomaestres de trasladar el relleno a otro sector menos poblado, promesa que a corto plazo no se va a cumplir, y por el contrario se habla extraoficialmente de la ampliación del actual.
La cuarta plaga es la grave crisis económica por la que atraviesa el comercio local, el cual está postrado, y cada día se desocupan locales comerciales en el centro, se despiden trabajadores, se acuden a acuerdos de pago con bancos, e inclusive con la DIAN y hacienda municipal, ante la baja en las ventas, sin que se vislumbre una luz al final del túnel, por el contrario el panorama se hace más oscuro ya que ni las petroleras están invirtiendo en la ciudad.
La quinta plaga es la carencia de agua potable, después de 5 años, no hay una solución definitiva, la temporal aun no inicia en todo su esplendor, la intervención de la empresa aún continua por parte de la superintendencia, y la paciencia de los usuarios se agota.
La sexta es la mezcla de falta de cultura ciudadana con la alta tasa de accidentalidad vial, fruto de los accidentes de tránsito, los cuales tiene a Yopal con un indicadores por encima de la media nacional, lo que se ha convertido en un problema de salud pública, sin estrategias de solución a la vista por parte de las autoridades.
Y finalmente la séptima plaga, acaba de llegar anoche con el derrumbe del puente sobre el río Charte, que dejó a Yopal incomunicado con Bogotá por las vías de Tunja y Villavicencio, ello debido a la imprudencia de los conductores de varias tractomulas que al tiempo decidieron cruzar la estructura, generando el aislamiento de la capital de Casanare con el interior del país, y si la solución a esta problema va a ser igual de rápida a la solución del agua potable, pues pasaran por lo menos cinco años para que den una solución definitiva al problema. Será que los habitantes de Yopal ¿estaremos pagando algún pecado?, ¿será que los astros se han alineado para perjudicarnos? O de pronto será que nuestra clase dirigente en la mayoría de plagas han sido inferiores a sus responsabilidades?.
Lo único claro de todo este asunto es que Yopal está vendiendo una imagen muy negativa en el orden nacional, la cual, ahuyenta a los potenciales inversionistas y turistas, ¿seremos capaces de reorientar nuestro destino y liberarnos de estas plagas? ¿empezamos ya? O, ¿usted que opina?
