El Banco de la república acaba de publicar el Boletín Económico Regional, del segundo trimestre del año 2017, para la región suroriente, en la cual ubican al departamento de Casanare. La economía de esta región, registró en el segundo trimestre de 2017 resultados negativos en la mayoría de actividades, si se comparan con similar periodo del año anterior. En efecto, reportaron caídas el área aprobada para construcción, la venta de vivienda nueva, los despachos de cemento, las exportaciones excluyendo petróleo y sus derivados, al igual que las importaciones, el comercio de vehículos y la producción de petróleo; a lo que se sumó una alta tasa de desempleo y un mayor deterioro en las percepciones de crecimiento de las ventas. Como contraste, se presentaron avances en abastecimiento de productos agrícolas, producción de arroz y créditos agropecuarios, mientras la variación del IPC a junio fue una de las más bajas de los últimos años.
Para el segmento del arroz en Casanare, durante el primer semestre del 2017 se sembraron 161.882 hectáreas, las cuales arrojaron una cosecha de 107.814 toneladas, es decir, la cosecha en este departamento tuvo una variación del 31.8% de crecimiento en relación con el primer semestre del 2016; con relación con el sacrificio de ganado, el departamento de Casanare es el único de esta región con indicadores positivos, ya que durante el primer semestre del 2017 se sacrificaron 24.455 cabezas de ganado, con un crecimiento del 19%.
Con relación de créditos otorgados por Finagro, en Casanare ascendieron a $173.473 millones. Empero, fue evidente la pérdida de dinamismo en su tasa de crecimiento con relación a los cuatro trimestres anteriores. En esta ocasión, predominaron los dineros asignados a Yopal, Paz de Ariporo y Nunchía; así como la categoría de los medianos productores que fue, por mucho, la de mayor representatividad.
En el sector de hidrocarburos, la producción media de Casanare durante el segundo trimestre del actual periodo totalizó 165.261 bpdc, volumen superior en 0,6% frente a idéntico tiempo de 2016, gracias al leve repunte del campo Pautó Sur, el de mayor actividad en esta zona; con relación al consumo de energía eléctrica, la demanda en Casanare, que acumuló 75 millones de kW/h, mostró en el periodo abril – junio del año en curso un retroceso de 12,8% en comparación con el volumen registrado en similar lapso de 2016, cifra con la cual se completaron cuatro trimestres de consecutivos descensos. Por más que la reducción se dio en casi todos los sectores, el desempeño negativo estuvo especialmente explicado por la disminución del residencial, que participó con cerca del 60% del total y decayó en 12,3%. De forma complementaria, en las áreas comerciales, oficiales e industriales se produjo un efecto desfavorable y el mercado no regulado fue el único renglón que presentó buen comportamiento, con un aumento apreciable.
Con relación al consumo de gas natural en Casanare evidenció en el periodo de análisis un ligero declive anual de 3,8%, al registrar 3.663 miles de m3; comportamiento que significó la mayor declinación observada en la misma fecha de los últimos tres años (Gráfico 4). En este departamento, el renglón más importante fue el residencial, que contribuyó con cerca de 49% de la demanda general y experimentó una descenso de 2,3%, sumado a las reducciones de 10,0% en el GNV, y de 2,3% en el sector comercial, los cuales presentaron aportes de alrededor de 25% en ambos casos. Entre tanto, el único segmento que exhibió una expansión fue el industrial (59,3%), pese a su escasa representatividad.
En el sector de la construcción, Casanare evidenció la segunda mayor contribución regional del segundo trimestre, al decrecer el licenciamiento interanual de 24.299 m² a 14.616 m², como resultado del descenso de Yopal, en primera instancia, junto con un importante declive de la actividad en el municipio de Aguazul. De los 27.519 m² registrados en este territorio durante el primer semestre, el 86,3% correspondió al capítulo de vivienda, y buena parte del área aprobada restante se orientó a edificaciones comerciales. De igual manera, con relación a los despachos de cemento, Casanare advirtió una notoria caída interanual, que se constituyó en la más pronunciada de los cuatro últimos años para iguales periodos de comparación, profundizando un poco la desaceleración observada en la pasada vigencia, al mostrar una declinación en los despachos de cemento gris de 28,6% frente al mismo trimestre de 2016, después de medir 27.025 toneladas. Este comportamiento se asemejó en gran parte a los desempeños desfavorables que se repitieron en los dos últimos trimestres de 2016 y el primero del presente año. En esta zona, el grueso de las entregas continuó básicamente encauzado a la comercialización (almacenes especializados, mayoristas y ferreterías), seguido de lejos por los segmentos de constructores y contratistas, y concreteras. De otro lado, el otro renglón que generó el mayor aporte a la caída, junto a los comercializadores, fue “otros”, que incluye los canales de distribución del gobierno, fibrocemento y prefabricados.
Con relación a la compra de vehículos nuevos, en el resultado regional incidió de manera notoria, la merma de 29,6% en el número de vehículos matriculados en Casanare, que corrobora en cierta medida la difícil situación que atraviesa esta zona, altamente dependiente de la actividad petrolera. En la ocupación hotelera Por su parte, en Casanare, en los primeros seis meses de 2017 fue una de las más bajas del país, 34,5%, inferior en 0,52% al registro de igual periodo del año anterior; mientras que en tarifas señaló una disminución de 12,4% en el periodo de comparación, al promediar $121.938.
Transporte aéreo, el contraste en la región suroriente, se dio en la terminal aérea de Yopal, considerada como la de mayor movimiento en la región, cuyo flujo decreció en 15,7%, resultado que bien se podría relacionar con la difícil situación económica que atraviesa el departamento de Casanare, se pasaron de transportar 201.712 pasajeros en el primer semestre del 2016, a 163.666 pasajeros, en el segundo semestre del 2017. Por su parte, el transporte aéreo de carga denotó una merma del 79,6% en el aeropuerto de Yopal, al pasar de 1.556 toneladas en el primer semestre el 2016, a 460 toneladas en el primer semestre del 2017.
Finalmente, en el sector de comercio exterior, en exportaciones el Casanare indicó una importante mejoría en su desempeño interanual, tal y como sucedió en igual periodo de 2016, tras realizar operaciones por US$189 miles. En el discriminado por bienes se destacó el capítulo de máquinas, aparatos y material eléctrico comercializado con Argelia, como el de mayor contribución al crecimiento, aun cuando también se observó movimiento en las líneas de reactores nucleares, calderas, máquinas, aparatos y artefactos mecánicos dirigidos hacia Ecuador, y manufacturas de cuero con destino a Estados Unidos. En importaciones, el departamento de Casanare se posicionó como el de mayor contribución a este retroceso, al totalizar operaciones por US$45.858 miles y evidenciar una baja de 27,9%; aun así, continuó con la participación más destacada, con un monto equivalente a casi dos terceras partes del consolidado de la región. Este comportamiento fue ocasionado básicamente por la caída en los bienes de capital para la industria, procedentes de Estados Unidos y Bolivia; aun cuando también fueron notorias las mermas en los bienes de consumo no duraderos, específicamente alimentos; y de manera menos marcada, en las materias primas y productos intermedios para la industria, concretamente en los productos mineros, químicos y farmacéuticos.
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