Una profunda auditoría realizada a Capresoca, evidenció que dicha EPS, le pagaba medicamentos a usuarios ya fallecidos, atendía y pagaban servicios a usuarios no afiliados, pagaba facturas sin soportes legales, suscribía contratos sin respaldo presupuestal, tenía fallas de Planeación a la hora de suscribir contratos, carecía de una adecuada supervisión de los contratos suscritos, los procesos de recobro de cartera eran inocuos, la calidad de los servicios contratados era deficiente, entre otros.
Todos estos hallazgos fueron evidenciados por la Contraloría General de la Nación, en la auditoría realizada a la vigencia 2017 y dada a conocer a finales de diciembre del 2018, en dicho informe de 140 hojas, se hace una descarnada radiografía de la situación real de Capresoca, y a su vez evidencian su inviabilidad, debido al ´deficit de sesenta mil millones de pesos, lo que pone en peligro la prestación de los servicios de salud a los cerca de ciento setenta mil usuarios registrados.
De igual manera se evidencia el pago a contratistas que presentaban una nómina de personal, pero que no las utilizaban tal es el caso de la empresa Alma Salud, la cual, se encargaba de prestar el servicio de auditoría integral de la facturación presentada por Gyo Medical, por valor de $40.000.000, con un plazo de un mes, según el contratista, serían cuatro (4) los médicos encargados de hacer las auditorías, pero la Contraloría logró determinar previa comunicación telefónica, que de las cuatro (4) hojas de vida que reposan en la carpeta, dos (2) de ellos manifestaron que no tuvieron relación contractual con Alma Salud, es decir, hubo falsedad por parte del contratista, pero peor aún, no hubo supervisión por parte de Capresoca, y a pesar de la falla, pagaron la totalidad del contrato.
Como conclusion de la auditoría se tiene un “Incumplimiento material, con concepto adverso”, ello debido a incumplimientos con la red de servicios, con las cuentas por pagar no tienen respaldo presupuestal, las cuentas por cobrar en su mayoría son extemporáneas, es decir, ya no hay nada que hacer para recuperar esa cartera, lo que se califica como un detrimento patrimonial.
Frente a este desolador panorama de Capresoca, asaltan una serie de inquietudes al respecto, ¿la administración departamental capitalizará a Capresoca?, ¿de dónde saldrían los recursos para capitalizarla?, ¿la supersalud intervendrá a Capresoca?, ¿Capresoca será liquidado?. Mientras se dan las respuestas, dicha entidad día a día seguirá aumentando el deficit y poniendo en riesgo la prestación del servicio a sus usuarios.
