Una preocupante situación financiera atraviesa Capresoca desde hace varios años, en los cuales sus indicadores están por debajo de los mínimos autorizados por la norma, lo que la pone en riesgo de intervención por parte de la superintendencia de salud, máxime cuando las pérdidas del año 2018 superaron los catorce mil millones de pesos.
Segú los estados financieros de la entidad, el resultado operacional del año 2018 arrojó que los gastos fueron muy superiores a los ingresos, al punto de registrar unas pérdidas totales de $14.008.161.563, lo que genera alerta ya que la entidad se encuentra bajo vigilancia especial de la supersalud hasta el 29 de marzo del presente año.
Es de mencionar que durante el 2017 las pérdidas de Capresoca fueron de $1.505.066.759, es decir, el incremento del 2018 frente al 2071 fue del 107%, lo que es una cifra alarmante. Estos resultados negativos de Capresoca en parte se explican por las depuraciones que se le han venido haciendo a los balances de años anteriores, especialmente durante el periodo de intervención entre los años 2011 y 2012, cuando fungió como agente interventor el señor Armando Segura Evans, quien según demandas interpuestas ante los órganos de control, ordenaba manipular los estados financieros, descontando hasta en un 30% de las cuentas por pagar, y en otros casos no permitía el registro de cuentas sin respaldo.
Todos estos aspectos, aunados a que los ingresos son menores que los gastos, ponen en riesgo la viabilidad financiera de Capresoca, ante lo cual la administración departamental debe cuanto antes buscar la capitalización de la empresa o proceder a su liquidación.
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