Para el Dane, el departamento de Casanare con corte a 30 de junio del 2017 tiene 368.989 habitantes, cifra que no resulta compatible con la cantidad de necesidades básicas insatisfechas de la población, en especial, en lo relacionado con vivienda, ya que, tanto el departamento como varias alcaldías han desarrollado una serie de planes de vivienda que han beneficiado a una gran cantidad de familias, casos como la Decisión, San Marcos y Torres de Silencio en Yopal, así lo evidencian.
El problema con las cifras poblacionales en Casanare, empiezan por el giro de los recursos del Sistema General de Participaciones, que es el dinero que el gobierno nacional le gira a las entidades territoriales, y el cual uno de sus indicadores para calcular la cifra es precisamente su población, es por ello, que los recursos que se envían para educación no alcanzan para cubrir los gastos totales de la canasta educativa, como también los del sector salud.
Según sectores sociales y económicos del departamento, se hace imperioso solicitarle al Dane la actualización del censo poblacional en el departamento, de cara a planear a futuro su desarrollo, pues no se pueden proyectar políticas sin tener claridad al menos cercana, sobre las cifras reales de población; ya que una cifra da el Dane, otra la Registraduría, y otra el Sisbén, ya que según el censo electoral que tiene la Registraduría, hay 271.331 personas aptas para votar en Casanare, haciendo un simple ejercicio matemático, se deduce entonces que en Casanare hay entre niños y jóvenes 97.658; mientras que el registro del Sisbén con corte a septiembre del 2017, dice que en Casanare hay 373.472 personas registradas y validadas, y en proceso de validación hay 3.273, para un total de 376.745.
Pero las cifras del Sisbén no contienen a todos los habitantes del departamento, ya que hay sectores de la población en estratos entre 3 y 6 que no son sisbenizados, y por ende, dicha cifra puede aumentar. Ahora bien , revisados las diferentes cifras, se puede deducir que la crisis del sector petrolero con sus respectivos despidos de personal no se ven reflejados con las cifras actuales de población en el departamento, ya que muchos de los desempleados han abandonado el departamento, y otros están ubicados en la llamada “población flotante”, con todo lo anterior, es necesario que las autoridades departamentales gestionen un censo más aterrizado a la realidad, para no seguir perdiendo giro de recursos.
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