La ONG Molinos de Viento, se hizo tristemente célebre en el departamento de Casanare, por suscribir una serie de convenios con la gobernación y varias alcaldías para la construcción de viviendas de interés social, sin tener la idoneidad para ello, y presentando como experiencia convenios “chimbos”, los cuales fueron desvirtuados por las entidades territoriales aludidas, pero a pesar de ello, la oficina asesora de vivienda de la gobernación de Casanare, sucumbió ante la ONG y le entregó dineros que a la postre se desaparecieron, y las viviendas no se construyeron.
Según el ente de control, derivado del convenio de cooperación 001 del 2013, con el cual se pretendían construir 65 mejoramientos de vivienda en Chámeza y Hato Corozal, la gobernación (Renso Huesa, director de vivienda) autorizó girar un anticipo por valor de $343.412.615,217, los cuales no fueron justificados por el cooperante (Molinos de Viento), pero a pesar de ello, se le autorizó un segundo desembolso (Carlos Mauricio Cortés) como pago de un acta parcial por valor de $64.368.580, acta que no aparece en los archivos de la gobernación.
La ONG a pesar de que no presentó soportes de los gastos del anticipo accede a liquidar el convenio de manera bilateral, y se comprometió a devolver los recursos del anticipo girados, sin que hasta la fecha lo haya realizado.
Con base en lo anterior el ente de control Falló con Responsabilidad Fiscal (culpables) a título de dolo, en cuantía de $ 361.654.599, en contra de los ex directores de vivienda departamental Renso Huesa, y Carlos Mauricio Cortés, y de la ONG Molinos de Viento.
Lo irónico de este proceso, es que al señor Huesa y a la ONG Molinos de Viento, les tuvieron que nombrar abogados de oficio, ya que no se les pudo notificar la apertura de este proceso.