La Danta, conocida también como Tapir, es una de las 15 especies silvestres de Colombia que están siendo beneficiadas por la segunda fase del Proyecto Vida Silvestre (PVS), iniciativa ambiental liderada por Ecopetrol y Wildlife Conservation Society (WCS), cuyo foco se concentra en los departamentos de Santander, Antioquia, Arauca, Vichada y Putumayo.
Para asegurar la protección y resguardo de esta especie, hace cinco años se puso en marcha una iniciativa denominada “El corredor de la Danta”, que consiste en la delimitación de un sendero para mejorar su hábitat y facilitar su desplazamiento y reproducción a lo largo de bosques y sabanas.
“El corredor de la Danta” se encuentra ubicado en la cuenca del río Bita, en el departamento de Vichada, y comprende un total de 73.432 hectáreas, equivalentes a una extensión aproximada de 146 mil campos de fútbol.
Se trata de un sendero biológico para proteger este mamífero que, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), ha presentado una reducción en su población debido a la pérdida de su hábitat y su caza indiscriminada.
La iniciativa se ha consolidado gracias al apoyo de Ecopetrol, WCS Colombia, la Fundación Orinoquia Biodiversa (FOB) y la Corporación La Pedregoza, que han contado con el respaldo de las comunidades de la zona, quienes aceptaron que algunos de sus terrenos fueran declarados Reservas Privadas de la Sociedad Civil.
De esta manera, el PVS ha propiciado y acompañado la creación de siete reservas, que ocupan un total de 5.658 hectáreas.
Además, se han firmado 22 acuerdos con finqueros, propietarios de 30 mil hectáreas, para que destinen parte de sus terrenos a la conservación y así favorecer el tránsito de esta especie, recibiendo como incentivos apoyo y asesoría para el manejo de sus cultivos, ganado u otras prácticas productivas.
“El objetivo esencial es generar un espacio en el que prime el interés local por mantener la supervivencia de la Danta, lo que también nos ayuda a cuidar otras especies de flora y fauna que están bajo amenaza”, explicó Carlos Saavedra, Coordinador del Proyecto Vida Silvestre.
Al proteger el hogar de este mamífero se benefician otras especies que hacen parte el Proyecto Vida Silvestre, entre las que se encuentran el árbol de congrio y la palma de moriche, variedades que han sido víctimas de la tala indiscriminada. Por eso, en el marco del programa se han restaurado y sembrado un total de 29.405 árboles de especies nativas.
El Proyecto también ha logrado incorporar 28 hectáreas de bosque en condición de aprovechamiento, así como la construcción de 5 viveros comunitarios que ayudarán a la propagación de flora nativa asociada con el entorno de la Danta.
“Celebramos el Día Nacional de la Vida Silvestre trabajando por conservar la biodiversidad de los ecosistemas y el capital natural con que cuenta nuestro país, que son también objetivos de Ecopetrol en materia de sostenibilidad y prosperidad compartida”, señaló Aníbal Fernández de Soto, Vicepresidente de Desarrollo Sostenible de Ecopetrol.
El Proyecto Vida Silvestre (PVS) además de consolidar este corredor, trabaja desde el 2014 en iniciativas de conservación que se desarrollan en los Llanos Orientales, el Magdalena Medio y el Putumayo, con el propósito de beneficiar 15 especies vulnerables entre las que se encuentran el mono churuco, el cedro rosado, el tigrillo, el mono araña, la tortuga charapa, el paujil de pico azul, el caimán llanero y el bagre rayado.
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