Casanare es uno de los departamentos más jóvenes y prósperos de Colombia que nació con la Constitución Política de 1991, cuando dejó de ser administrativamente dependiente de Boyacá; tiene una gran riqueza paisajística, fauna, flora, gastronomía, una cultura muy marcada y el gran calor humano de su gente que lo hace más atractivo para los visitantes, es además un referente económico muy importante para el país, donde no solo se extrae petróleo, sino que es también una despensa agrícola y ganadera por excelencia.
Con 2.134.723 (dos millones ciento treinta y cuatro mil setecientos veintitrés) reses según registro del segundo ciclo de vacunación de 2019, Casanare es el segundo hato ganadero de Colombia, superado únicamente por Antioquia, lo que sin duda la ganadería se convierte en uno de los renglones económicos más importantes de la región.
Pero esa creciente economía que genera miles de empleos y sustento a miles de hogares casanareños, se ha visto amenazada por flagelos como el hurto de ganado a través de sus diferentes modalidades (arreo, carneo, etc.) o contrabando, que ha tenido que ser combatida por la fuerza pública, los entes gubernamentales y el apoyo de la comunidad, articulando estrategias para contrarrestar los delitos conexos que afectan a la ganadería.
Si bien es cierto, es un extenso departamento con 44.490 kilómetros cuadrados y con una amplia llanura, lo que dificulta el control de estos delitos, las autoridades encargadas de mantener el orden público, han tenido que aumentar sus capacidades.
Por su parte, el Ejército Nacional ha fortalecido la caballería montada, que son pelotones de soldados llaneros que sobre los lomos de un caballo patrullan las extensas sabanas de invierno y verano, día y noche, alcanzando recorridos de más de 30 kilómetros diarios, gracias a la movilidad que les ofrecen sus monturas, logrando así controlar en gran parte el abigeato y llegando hasta cada finca o hato, fortaleciendo los lazos de confianza con finqueros y ganaderos, para entre todos hacerle frente al delito.
También el Ejército Nacional ha puesto en marcha patrullas motorizadas, a través de motocicletas de alto cilindraje y aptas para la zona pantanosa, lo que permite una rápida reacción ante el llamado de la ciudadanía para neutralizar la consumación del delito: de igual manera, en coordinación con la Policía Nacional y la articulación con el Instituto Colombiano Agropecuario, los soldados realizan puestos de control mixtos, para evitar que ganado hurtado, de contrabando o sin documentación legal, salga del departamento o sea comercializado en los diferentes municipios de Casanare.
Gracias a estas estrategias, el Ejército Nacional en lo corrido del 2020 ha logrado resultados significativos contra delitos que afectan al gremio ganadero de Casanare, como la incautación de 1.008 reses por no acreditar la documentación legal para la movilización, la recuperación de 16 semovientes hurtadas, la captura de tres personas y la inmovilización de cinco vehículos de transporte animal. Sumado a esto, en 2019, las tropas lograron la incautación de 2030 y la recuperación de 130 semovientes bovinos.
De esta manera, el Ejército Nacional contribuye a la protección del patrimonio de los casanareños y la economía del departamento.
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