Esta es la conclusión a la que llegó la primera medición del ‘Barómetro Petrolero’, el único estudio que mide la percepción sobre el sector en Colombia entre sus grupos de interés a nivel nacional, realizada por la firma Jaime Arteaga & Araújo (JA&A). El estudio señala que las regiones reconocen la labor social de las petroleras. La operación petrolera cae tan bien en las regiones del país que los mismos municipios se atreven a asegurar que, sin esta actividad, no podrían desarrollar los programas sociales para entregarle a la comunidad la calidad de vida y el progreso que requieren.
Su director general, Jaime Arteaga, señaló que entre los principales hallazgos se destaca que, contrario a la autopercepción del sector, a nivel nacional se reconoce a la industria de hidrocarburos como positiva para el país, y se reconocen sus aportes en materia de generación de empleo, dinamización del comercio y la contribución en el desarrollo de las regiones. Agregó que, si bien en el país es aceptada esta actividad, todavía existen retos importantes para cerrar las brechas de percepción que persisten entre la opinión pública nacional y la de las regiones productoras, así como en materia de lucha contra la corrupción y gestión de política pública. Subrayó que “sobre todo, de visibilizar el compromiso de las empresas del sector con territorios en donde tienen presencia, más allá del cumplimiento de una serie de requisitos exigidos para operar”. En el desarrollo de la medición se consultó a la opinión pública, regiones productoras, miembros de la academia, ONGs, representantes de la Iglesia, líderes étnicos, autoridades nacionales de la industria, gobiernos locales, autoridades ambientales y directivos de petroleras sobre las percepciones, expectativas y preocupaciones que tienen frente al sector. Otra de las conclusiones clave a la que llegó el ‘Barómetro Petrolero’, es la relacionada con el reconocimiento de los principales aportes de la industria de petróleo y gas en las regiones productoras, hecho que se considera como un “terreno conquistado”. Al respecto, Arteaga indicó que en las zonas en las que hay exploración, producción o transporte de hidrocarburos, el sector es reconocido como el que más contribuye al progreso de las regiones, el que más mueve el comercio, el que más invierte en las comunidades donde trabaja y el que genera más empleo. Y reiteró que “sin duda” esta es una victoria para el sector petrolero, que ha destinado esfuerzos importantes para visibilizar su operación, y pidió que se le
reconozcan las contribuciones que genera en los municipios en donde opera. A pesar de lo logrado en las regiones productoras -indica el estudio-, persiste una brecha importante entre éstas y la opinión pública nacional. En esta -señaló el director general de JA&A-, no se reconocen los aportes que genera la industria en las zonas en las que opera, factor que contribuye no sólo a la agudización de la resistencia en contra de esta actividad, sino que permite explicar por qué muchas de las grandes movilizaciones en contra de las tareas petroleras se originan en ciudades capitales y zonas alejadas del área donde se desarrolla. Así mismo, el estudio resaltó que las regalías, una de las contribuciones más importantes del sector al país y las que, desde la creación del Sistema General de Regalías (SGR), son de carácter nacional, no son percibidas como vector que pueda apalancar el mejoramiento de las condiciones de vida de los habitantes. Para Arteaga, esto se evidencia en que el 37% de los colombianos considera que el dinero de las regalías se va principalmente en corrupción. En ese sentido -reiteró-, tanto las brechas entre el nivel local y nacional, así como la percepción que se tiene sobre las regalías, son un llamado para que la industria, al ser de carácter nacional, se involucre en cuestiones que sean de interés del país en general. Y agregó que esto implica plantearse nuevas metas en sus estrategias de gestión de la reputación, como la lucha contra la corrupción, el buen gobierno o la veeduría de la apropiada ejecución de los recursos públicos, por mencionar algunos ejemplos. Así, quienes consideran que las empresas de petróleo y gas luchan contra la corrupción son 4,7% más propensos a considerar que la industria es positiva para el país, y 9,6% más propensas a estar de acuerdo con que se realicen actividades de exploración, producción y transporte de hidrocarburos en sus municipios.