Desde hace cinco años el internado de la institución educativa Fernando Rodríguez, del municipio de Recetor, padece de una serie de inconvenientes derivados de la ubicación en un predio que fue declarado de “alto riesgo”, desde entonces se ha visto abocado a ver como sus instalaciones se van deteriorando sin que sea posible evitarlo. De igual manera, el temor de los familiares de los 30 alumnos que allí viven se acrecienta cada vez que se avecina la temporada de lluvias, ya que se hace más frágil la estructura.
El dilema de las directivas del internado radica en que sí se le hacen mantenimientos a la infraestructura actual se puede tipificar como un detrimento patrimonial por estar declarado en alto riesgo, y por el otro lado sí no se le hacen arreglos locativos se pone en riesgo la integridad de los alumnos y docentes.
Ante esta situación llama la atención el silencio de la secretaría de educación departamental, ya que no se vislumbra una solución definitiva para el internado, la cual consiste en construir unas nuevas instalaciones en otro lugar del municipio, solución que desde hace cinco años la comunidad educativa viene esperando. Pero hoy, recorrer los bloques de dormitorios genera preocupación, el techo ya tiene goteras, de día hace mucho calor, las baterías sanitarias están en muy mal estado, no tiene cancha deportiva, ni parque recreativo, el internet falla mucho, entre otras falencias.
Cuantos años más tendrán que pasar para que las autoridades educativas tomen la decisión de la construcción de una nueva sede para el internado, es la pregunta que se hacen los recetoreños, ya que según ellos se está vulnerando un derecho de los infantes cual es el de gozar de una educación de calidad.
