Pese a que desde 2014 se creó desde el Ejército Nacional el Centro de Operaciones Especiales para la Protección de la Infraestructura Crítica y Económica del Estado COPEI, los ataques a la industria petrolera se ven muy pronunciados en toda la jurisdicción sin que se noten las estrategias de protección para las operadoras en Casanare.
Tal es el caso de Frontera Energy que anunció ayer el cierre de operaciones en el proyecto Cubiro por las reiteradas amenazas y ataques a su trabajo; el mismo fenómeno se presentó con la operadora Parex hace apenas tres semanas cuando anunciaron la suspensión del proyecto Capachos (Arauca) o los atentados terroristas del ELN perpetrados contra Ecopetrol en zona rural de Aguazul por citar algunos ejemplos.
Para algunos voceros de operadoras consultados por esta alianza de medios y quienes prefirieron no ser citados, las estrategias del denominado COPEI se resumen en reuniones periódicas donde poco sale y poco se aporta en materia de estrategias de seguridad, por lo que se siente un vacío en las garantías de protección a la hora de realizar exploración y explotación de hidrocarburos en la región. Mientras tanto las petroleras siguen siendo afectadas por bloqueos de las comunidades y amenazas a la integridad de sus trabajadores entre otra serie de delitos que impiden que los intereses del estado colombiano estén protegidos como se anunció con la creación de estos centros de operaciones.
De acuerdo al sentido de su creación los COPEI deben lograr tomar las decisiones correctas en beneficio de la infraestructura de la región ante posibles amenazas o ante cualquier riesgo de ataque y si su beneficio para las operadoras es prevenir la pregunta que se hacen quienes trabajan en la industria es ¿qué paso a la hora de evitar estas afectaciones?, hay que aclarar que esta oficina no tiene tropa así que solo se queda en estrategias, consejos, campañas y reuniones que hasta el momento no demuestran resultados.
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