Preocupantes son los reportes entregados por autoridades judiciales de Casanare que semanalmente reportan al menos tres casos de abusos sexuales a menores de edad; lo doloroso del caso es que en su mayoría estos delitos contra niños, niñas y adolescentes ocurren en su gran mayoría dentro del núcleo familiar y son cometidos por familiares directos de los menores lo que demuestra una gran descomposición de la familia como base del estado y revela además otra serie de problemas de salud pública y mental.
Tan solo en los primeros cuatro días de septiembre fueron capturados tres sujetos, el primero en Tauramena donde fue capturado un hombre sindicado acceso carnal abusivo con un niño menor de 14 años, el cual venía siendo intimidado por su agresor, el segundo caso se presentó en Yopal donde un padre de familia abusaba de su hija menor de edad mientras su madre trabajaba y el tercer caso ocurrió en Aguazul donde el tío de una menor de once años quien tenía la custodia luego que la madre de esta falleciera venía obligando a la niña a mantener relaciones sexuales de manera continua teniendo a la niña bajo amenaza de muerte.
Tristemente, los miembros del grupo familiar son los principales agresores por lo que los menores difícilmente pueden denunciar ya que el temor y las amenazas los mantienen bajo control de su victimario. Las autoridades invitan a los menores de edad que estén siendo víctimas de estos delitos a que denuncien a la autoridad más cercana donde se les brindará seguridad inmediata y se tomarán las medidas correspondientes.
Mientras tanto, la comunidad critica la falta de campañas por parte de entidades gubernamentales y la educación al interior de los hogares sobre cómo actuar ante estos casos que afectan el desarrollo psicológico y social de los menores de edad en una sociedad cada día más violenta con ellos.