El nuevo sistema de regalías en el país fracasó, así se desprende del último informe dado a conocer por el Departamento Nacional de Planeación, quien realizó una evaluación para determinar cuáles son las gobernaciones, municipios y otras entidades ejecutoras del país que tienen una mejor ejecución de proyectos financiados con recursos del Sistema General de Regalías (SGR).
El Índice se calculó para 1.110 entidades ejecutoras entre municipios (919), departamentos (33, incluye Bogotá), instituciones educativas (23), Corporaciones Autónomas Regionales (12), Hospitales (22), Empresas de Servicios Públicos (38) y otros ejecutores (63), de 10.302 proyectos que suman $32,1 billones, con corte a 30 de junio del año en curso.
La medición tuvo en cuenta variables como los reportes que estas entidades realizan al DNP, el cumplimiento de las metas, plazos y presupuestos asignados a los proyectos, los resultados de las visitas en territorio y las medidas de control aplicadas por el DNP (número de proyectos críticos, suspensiones de giros, entre otros).
El director del Departamento Nacional de Planeación, Luis Fernando Mejía Alzate, explicó que «el Índice de Gestión de Proyectos de Regalías (IGPR) permite visibilizar la gestión de los proyectos ejecutados, y facilita el análisis comparativo entre entidades con el fin de incentivar los procesos de mejora continua y el fortalecimiento institucional por parte de los ejecutores«.
Y recordó que toda la información que reporten los ejecutores de los proyectos de regalías debe ser oportuna, veraz y consistente pues de ésta depende en gran medida la ubicación en el Índice y el giro o suspensión de los recursos de regalías.
El promedio nacional del IGPR arroja 64,89 puntos sobre 100, lo que muestra una tendencia constante desde el primer trimestre de 2016 que corresponde al inicio del periodo de gobierno de las actuales administraciones locales.
Lo preocupante del estudio, es que de los departamentos, solamente uno tiene un proyecto en rango sobresaliente, en rango medio 4, en bajo 3, y los restantes en rango crítico (entre ellos Casanare), se está a la espera de encontrar una solución al problema, ya que, el colapso del sistema se ve venir y con ello el desarrollo, en donde los departamentos más perjudicados son los que tienen como fuente de inversión esos recursos.