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La Suboficial que representa las heroínas de hace 200 años en la Ruta Libertadora.

Se trata de la cabo tercero Angie Daniela Ortega Restrepo, una joven militar de apenas 21 años, nacida en Madrid, Cundinamarca, sus padres se separaron cuando era una bebé y cada uno tiene su hogar por aparte, pero ella sigue siendo la única mujer de tres hermanos, criada entre Madrid y Florencia, Caquetá, la mayor parte por su abuela materna, es de contextura delgada y poca estatura, pero con una visión grande y definida que refleja en su rostro las ganas de triunfar a pesar de las adversidades, desde pequeñita soñaba con integrar las Fuerzas Armadas de Colombia.

Intentó entrar a la Fuerza Aérea y al INPEC, con apoyo de su padre, pero por temas ajenos a su voluntad las cosas no se daban, se desilusionó un poco y pensó que era un mensaje del destino, entonces se puso a estudiar una tecnología en calidad, medio ambiente, seguridad y salud en el trabajo, pero estando trabajando en una pequeña empresa en Florencia, Caquetá, su madre un día volvió a revivir la esperanza, cuando vio por la página del Ejército, convocatoria para suboficiales de su perfil.

Ortega pensaba que ya su anhelo de ser militar se había quedado en eso, en un anhelo por cumplir y por eso le dijo a su madre que no insistía más, pero ella conociendo de lo que realmente quería su hija, consiguió los requisitos y la inscribió, ella un poco incrédula presentó las pruebas y se olvidó del tema; un día mientras cumplía con su trabajo recibió la llamada que siempre había querido recibir pero que ya había perdió la fe, era la llamada que le cambiaría su vida y le alegraría el corazón, su sueño de ser militar estaba más cerca que nunca, había sido aceptada en la escuela militar de suboficiales.

Recuerda a algunos ángeles que Dios puso en su camino, que la apoyaron hasta de manera económica para continuar el proceso, ya que, como la mayoría de los colombianos, es de una familia no tan poderosa económicamente, pero de esas que enseñan a sus generaciones la importancia del respeto, la honestidad, la fe y la perseverancia. Su madre y sus amigos ángeles siempre fueron a visitarla a la escuela y el día de su grado, ahí estaban a su lado para felicitarla y motivarla.

Su primer asignación fue la Décima Sexta Brigada en Yopal, Casanare, donde se desempeña como jefe del Centro de seguridad y preservación de la fuerza, no conocía dónde quedaba, y como hacemos todos, le preguntó a Google, era la primera vez que se apartaría de su familia y a varios kilómetros de distancia, pero ahí estuvo Andrés, un capitán del Ejército, hijo de esos ángeles que la ayudaron siempre y le dijo que iba para una de las mejores unidades militares y de las regiones más hermosas del país, que era cuestión de actitud y que disfrutara lo que siempre había soñado.

En marzo de 2019 llegó a Yopal y dice que se siente amañada, aunque poco sale, de vez en cuando lo hace con sus compañeros y aprovechan para conocer lugares de la capital casanareña, pero su objetivo es el cumplimiento de la misión asignada y seguir escalando con profesionalismo dentro de la Fuerza.

Por estos días, Angie Daniela anda que no se cambia por nada ni nadie, humilde como siempre, pero orgullosa de sí misma y no es para menos, pues está viviendo una experiencia única en la vida y que jamás soñó que la viviría, fue designada por la unidad militar para representar las heroínas de hace 200 años en la Ruta Libertadora.

“Un día me llamó mi Cr Cruz, el Jede de Estado Mayor de la Brigada y me dijo, Ortega necesito que se aliste porque se va a apoyar la Ruta Libertadora y me mostró la orden por escrito”, recuerda , fue una sorpresa pero un nuevo reto por cumplir, y no un reto cualquiera, pues miles o quizás millones de mujeres quisieran representar a esas mujeres aguerridas de hace 200 años, porque además es una experiencia única en la vida, pues vivir más de 100 en esta época es imposible, de manera que para la conmemoración de los 300 años es posible que de esta generación solo queden los recuerdos.

Recibió algunas clases de actuación por parte de una profesora enviada por el Ministerio de Cultura y el 12 de junio se unió a la Ruta Libertadora en Tame, donde debutó frente a cientos de asistentes, incluido el presidente de la República, los altos mandos militares y medios de comunicación. Allí inició representando a las Juanas, en honor a todas las mujeres que apoyaban al Ejército Patriota.

Dentro de sus papales ha tenido que representar a heroínas como la poreña Presentación Buenahora, la mujer que hace 200 años le suministraba información y caballos al Ejército libertador, hasta que fue capturada por el Ejército realista, quienes ordenaron fusilarla en plaza pública en Pore, ya que ella se negó a entregarles información sobre la ubicación de las tropas patriotas.

En Paya, Boyacá, este 27 de junio, en la conmemoración de los 200 años de la batalla de las Termópilas de Paya, recibió el reconocimiento público de la vicepresidenta Martha Lucía Ramírez, quien la felicitó y resaltó su papel como figura de la mujer colombiana en la Ruta Libertadora, cuando representó a la sargento segundo Simona Amaya, la heroína payera que se unió al Ejército libertador vestida de soldado para poder ir a combatir, ya que estaba prohibido a las mujeres participar en combate. Simona siguió combatiendo vestida de hombre y murió el 25 de julio en la batalla del Pantano de Vargas, el día en que se descubrió su verdadera identidad.

Para Angie Daniela, representar a estas heroínas de hace 200 años ha sido una de sus experiencias más bonitas, pues ha tenido que estudiar sus historias, donde ha descubierto que las mujeres han sido, son y serán una población indispensable dentro de la sociedad, esto también la motiva para cada día ser mejor y seguir el ejemplo y el legado de aquellas mujeres del Ejército de ayer, a ella le corresponde dejar huella en el Ejército de hoy, para el futuro.

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