“La verdad de los combatientes es una asignatura muy pendiente en las comisiones de verdad del mundo, siempre ha sido muy difícil obtener la voz de quienes han sido responsables en violaciones de derechos humanos”, explica el Comisionado Alejandro Valencia.
La Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición viene conversando con distintos actores del conflicto armado en Colombia, como parte de su proceso de esclarecimiento de lo ocurrido en el conflicto armado del país; esto, además, permitirá entender cuáles han sido los factores de persistencia del conflicto, que han facilitado que la violencia se prolongue durante décadas.
En el caso de los excombatientes, se han reconocido algunos impactos que el conflicto dejó en sus vidas cotidianas y en las opciones de vida posteriores a su desmovilización, como lo explica Dora Lancheros, coordinadora del equipo psicosocial de la Comisión de la Verdad: “¿Qué pasó en la humanidad de esas personas? Tenemos que remitirnos a esos aspectos emocionales que fueron afectados, que se encuentran gravemente expuestos, en muchos casos por haber estado en situaciones que a cualquier ser humano le rompen un poco con esa cotidianidad, por ejemplo haber participado en actos de tortura, en casos de desaparición, acciones que sobrepasan cualquier capacidad humana para comprender que eso está pasando”.
Lancheros resalta que no se ha comprendido el impacto que el conflicto ha dejado en las familias de los excombatientes durante y después de su periodo en los grupos armados: “sobre lo que sucede en los años de ausencia de los excombatientes, al interior de los núcleos familiares no ha sido ni socializado, ni analizado ni comprendido. Esto debe entenderse para apoyar la reconstrucción del tejido familiar y garantizar una vinculación a las dinámicas cotidianas de una vida sin armas”.
Para varios de los excombatientes del anterior proceso de Justicia y Paz, integrantes del Bloque Centauros de las Autodefensas Unidas de Colombia, que tuvo presencia en Casanare, hubo un incumplimiento de los acuerdos que dificultó crear proyectos económicos y generó frustraciones: “Nos desmovilizamos 1.135 miembros del Bloque Catatumbo. El Gobierno nacional, sin querer meter el dedo en la llaga, no cumplió en muchos de los aspectos o las promesas que había hecho para el tema de las desmovilizaciones, entonces pues mucho de ellos se han regresado, se han vuelto a los grupos ilegales”, explicó uno de ellos, quien pidió no mencionar su nombre.
La Comisión de la Verdad está movilizando la reflexión entre todos los colombianos, que “nos permita romper esa estigmatización hacia los excombatientes, que nos permita comprender que lo que ha pasado nos ha atravesado como seres humanos, y que podemos romper un poco el patrón de estigmatización y así romper ojalá esos ciclos de violencia”.
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