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La vía que conectará el Pacífico con la Orinoquía.

La Conexión Pacífico-Orinoquia está proyectada para ser la tercera gran troncal del país, pues por su distancia y la cantidad de proyectos que involucra, solo es comparable con la Troncal de Occidente (1.570 kilómetros de Rumichaca, en Pasto, a Barranquilla) y la Troncal del Magdalena (1.478 kilómetros de Santa Ana, en Nariño, a Ciénaga).

También llamada Ruta 40, se convertirá en una arteria compuesta netamente por vías principales, pues actualmente varios de esos tramos se completan con vías secundarias y terciarias. Para llegar a ese punto es necesario mejorar las carreteras existentes y garantizar que se terminen las que están en ejecución.

Un segmento equivalente al 18 % (268 kilómetros) se encuentra en obras. Este se compone de tres tramos: el que va de Puente Arimena a Puerto Gaitán, que forma parte del mejoramiento de la malla vial del Meta, el que une Mesetas con La Uribe (Meta) y el corredor Mulaló-Loboguerrero, que se extenderá hasta Buenaventura.

El primer proyecto, concesionado en mayo de 2015, se encuentra retrasado, a la fecha no ha iniciado etapa de construcción porque no logró hacer su cierre financiero, es decir, conseguir los recursos para la obra, situación que se discute actualmente en un tribunal de arbitramento, donde se resuelven las controversias.

Tras la aprobación del Plan Nacional de Desarrollo, la directora de Planeación Nacional, Gloria Alonso, destacó que la Conexión Pacífico-Orinoquia fue uno de los proyectos priorizados, porque compromete a varias regiones. La funcionaria aseguró que trabajarán en la definición de un gran pacto territorial para “sumar recursos de las gobernaciones, municipios y el Gobierno nacional para sacar adelante el cierre financiero”.

Sería la primera autopista transversal que une por completo al país. Un proyecto tan ambicioso, que equivale a más del doble del presupuesto que este año se destinó para todo el sector transporte. Se necesitan 1.490 kilómetros de vías para unir los Llanos Orientales con el Pacífico colombiano, desde Puerto Carreño hasta Buenaventura, una ruta que nunca se ha trazado en el mapa del país y que implica, por primera vez en la historia, atravesar las tres cordilleras.

La idea surgió en 2012, y desde entonces se ha trabajado en la estructuración del trazado. Dada su importancia quedó en el Plan Maestro de Transporte Intermodal (PMTI), construido en 2015, y en el más reciente Plan Nacional de Desarrollo 2018-2022.

El PMTI, hoja de ruta de la infraestructura de aquí a 2035, clasificó la futura transversal como un conector clave y la proyectó a 20 años, por lo que es prioritaria, pero a largo plazo. El Gobierno actual heredó la iniciativa y dijo estar decidido a

ejecutarla a pesar de que no alcanzará a concluirla, pues hace falta al menos una década y aún hay muchas tareas pendientes.

“Es un proyecto de muy largo plazo, el más ambicioso en este momento y el más costoso, porque busca generar desarrollo donde no lo había, por eso lo estamos estructurando de manera adecuada, considerando todos los aspectos ambientales, sociales, de ingeniería y financieros para que sea viable”, dijo el director del Invías, Juan Esteban Gil.

En términos generales, el trayecto ya está diseñado, pero apenas 25 % de este (373 kilómetros) está construido, lo que corresponde a las vías que van de Puerto Gaitán a Mesetas y de Florida a Mulaló, hoy en operación. La distancia restante se divide entre obras en ejecución y estudios en curso por parte de la firma consultora EDL Ingenieros, bajo la dirección del Instituto Nacional de Vías (Invías).

Gil manifestó que para tener los estudios completos aún son necesarios unos tres años, en los que también se hará consulta con las comunidades. Tras surtir esta etapa, comenzarán los análisis para encontrar la mejor manera de financiarlo, sea obra pública o a través de concesiones privadas.

La transversal pasaría por 34 municipios de los departamentos de Valle del Cauca, Huila, Tolima, Meta y Vichada, sin embargo, tiene impacto sobre 350 municipios más de 13 departamentos de las regiones Orinoquia, Pacífica y Central.

Esta área de influencia participa con el 28,6 % del PIB colombiano, producto de actividades como la producción de azúcar, etanol, petróleo, soya, maíz, arroz y palma, además de la cría de ganado. De igual manera, se estima que en total, sumados los departamentos que atraviesa y los que conecta, beneficiará a 16 millones de habitantes, lo que equivale al 32,2 % de la población nacional.

El viceministro de Infraestructura del Ministerio de Transporte, Manuel Gutiérrez, advirtió que hoy por hoy el límite de la frontera agrícola y de desarrollo está realmente entre Villavicencio y Casanare, “la idea es moverla hasta Venezuela”. También reconoció que el retraso de la región se debe a la falta de vías, “lo que pasa es que vale mucho, pero tenemos que hacerlo; hay que pensar de qué manera nos apropiamos de las zonas relegadas del país”, dijo.

El gran mérito de Conexión Pacífico-Orinoquia es que unirá territorios históricamente desconectados, en gran parte por su relieve montañoso. De acuerdo con Propacífico, entidad privada que trabaja por el desarrollo de la región, esta situación ha hecho que la Orinoquia y el Valle del Magdalena no se hayan podido desarrollar conforme a su gran potencial ni acceder directamente a los mercados de Asia Pacífico a través del puerto de Buenaventura.

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