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Las senadoras Amanda Rocío y Maritza Martínez, se apoderan de la Gerencia departamental de la Contraloría General en Casanare

Los entes de control con presencia en Casanare, vienen atravesando una crisis muy profunda, ello debido a los paupérrimos resultados que han presentado en su lucha contra la corrupción, con su poca o nada gestión pareciera que en este departamento o no hay corrupción o todos comen, ya que condenados muy poco.

Sumado a lo anterior, se ha dado a conocer de manera extraoficial, los posibles nombres de los nuevos funcionarios de la Gerencia Departamental de la Contraloría General de la República en Casanare; el primero de ellos es Luis Fernado Pinzón Quintero, abogado metense con maestría en administración, posee una amplía trayectoria en el sector público, especialmente en el Meta, en donde fue Contralor Departamental y gerente de la Contraloría General, entre otros cargos, se dice que es cuota política de la senadora del Meta, Maritza Martínez, así le paga dicha senadora a Casanare los 4.038 votos que obtuvo en este departamento, ninguno de ellos le sirvió para que lo nombraran.

Los otros dos cargos serían para el actual vicecontralor departamental de Casanare, Jorge Andrés Rodríguez González, quien es primo del Gobernador de Casanare, y de la senadora Amanda Rocío, y Héctor Manuel Barbosa Sarmiento, quien actualmente es el jefe de la oficina de defensa judicial de la Gobernación de Casanare, los dos profesionales serían cuota de la senadora Amanda Rocío González.

El problema con el nombramiento de los dos últimos abogados recomendados por la senadora Amanda, radica en que serían nombramientos “inocuos”, ya que ambos personajes deben declararse impedidos para realizar alguna actuación en contra de la Gobernación del departamento, por ser por uno de ellos primo del gobernador, y el otro, funcionario actual de la administración departamental.

Curiosa situación se tipifica con estos presuntos nombramientos, pareciera que los hicieran para que no investigarán, por un lado, y por el otro, llama la atención que a la senadora Maritza Martínez, poco o nada le importan los profesionales de Casanare, así le paga el diablo a quien bien le sirve.

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