María La Baja es un municipio del departamento de Bolívar conocido por su vasta red de canales fluviales que hacen de esta una de las regiones más fértiles de Colombia. Suena como el paraíso para la ganadería y el cultivo. Sin embargo, los campesinos mueren de sed. Ivonne Rodríguez y Óscar Parra, asociados CdR, traen a la luz la realidad que viven los habitantes en su investigación: Los Acuatenientes.
El ojo industrial para el cultivo de la palma africana se posó sobre esta región y desde entonces el monocultivo y la privatización del agua destruyen la tierra donde una vez se produjo arroz, yuca, plátano, y maíz.
Todo está sucediendo a dos horas de Cartagena, la ciudad turística por excelencia de Colombia. Los cultivos de palma africana pueden verse hasta el horizonte. Esta visión, que el gobierno nacional asume como un ejemplo de progreso luego de la firma del acuerdo de paz, no es vista con el mismo optimismo por los campesinos que habitan la región. Después de décadas sufriendo los embates de guerrillas y del Ejército Nacional por igual, deben enfrentar un nuevo enemigo que, legalmente, busca por todos los medios obtener sus tierras y su riqueza acuífera.
Hablamos del municipio de María la Baja, donde la globalización y la búsqueda de desarrollar productos de exportación que impulsen la economía nacional, llegaron para quedarse. Sin duda, el desarrollo de la agroindustria de la palma trae grandes beneficios económicos al país; que se ha posicionado como primero en Latinoamérica y cuarto en todo el mundo en producción de aceite de palma. Sin embargo, el desarrollo no debe prosperar a costa de la destrucción del ecosistema y del modo de vida de las personas que habitan la región.
Para entender cómo se está privando a las poblaciones campesinas del uso del agua, es necesario conocer el contexto histórico de los eventos que han sucedido en la región. Para esto, entrevistamos a Ivonne Rodríguez, periodista e investigadora que ha estado varias veces en el municipio y ha escuchado las exigencias de los campesinos en primera persona.
¿Cuál es el mecanismo que usan los consorcios agroindustriales para hacerse con el agua de María la Baja?
Las comunidades vienen denunciando de manera exponencial desde el año 2010 esta situación: El distrito de riego público es una infraestructura del estado que fue construida a finales de los años sesenta e irriga 20.000 de las 54.000 hectáreas que componen el municipio.
Cuando los campesinos estaban en la zona, usaban este distrito para regar los cultivos que en la época eran principalmente de arroz, aunque también cultivaban maíz, plátano, yuca, y otros árboles frutales para garantizar su alimentación y a su vez para distribución en todo el país, pues era una despensa agrícola.
Por efectos de la violencia, los campesinos se ven obligados a salir de sus tierras. Cuando vuelven, años después se encuentran con un panorama muy complejo, pues hubo un cambio en el uso del suelo: la tierra ya no estaba siendo utilizada para el cultivo de alimentos, sino que empezaba, de manera acelerada, un cultivo extensivo de palma de aceite.
El cultivo de la palma de aceite por sus características se da por inundación, pues la palma requiere una gran cantidad de agua para alcanzar niveles óptimos de producción. Esto genera el conflicto de intereses entre la mega industria de la palma y los habitantes que necesitan el agua para subsistir.
Lo que sucede entonces es que el estado crea una figura llamada Usomaría, que es la figura que administra el uso del distrito de riego. Allí empieza a existir una tensión muy fuerte, porque se supone que sus integrantes deben ser los beneficiarios del distrito de riego. Lo que están denunciando las comunidades campesinas es que ellos tienen muy poca participación en la composición de la junta que administra esa figura, en parte, porque el distrito ve con mejores ojos el uso industrial del agua que el uso agrícola.
El especial completo lo puede leer aquí http://rutasdelconflicto.com/especiales/acuatenientes/
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