15 hectáreas en la parte alta del Parque Natural Regional San Miguel de los Farallones serán reforestadas con 5.500 árboles a través de la intervención que realizarán los estudiantes de los grados 9, 10 y 11, de la Institución Educativa La Turua, en el municipio de Aguazul, Casanare.
Los estudiantes recibieron sensibilización por parte de botánicos, ingenieros agrónomos y forestales; capacitación en el desarrollo del proceso científico con el banco de germoplasma, con especies nativas en vía de extinción; y la instalación de un vivero para el crecimiento y posterior siembra de las plántulas.
Así, el proyecto llevado a cabo por Corporinoquia con el apoyo de la Fundación Orinoquia Biodiversa – FOB -, se enmarcó en la implementación del Plan de Manejo Ambiental del Parque Regional Natural Cerro San Miguel de los Farallones y en la implementación del Plan de Conservación del Cedro rojo, descritos en el Plan de Acción 2016-2019 ¡Por una región viva! El cual es liderado por la ingeniera Martha Plazas Roa, directora general de Corporinoquia.
Durante 3 años el esquema BanCO2 pagará a los estudiantes de la Institución Educativa La Turua, del municipio de Aguazul, en Casanare, la contra prestación por la protección que realizarán a uno de los ecosistemas de mayor importancia en el país, La Serranía de los Farallones, ubicada en el municipio de Aguazul, Casanare.
De esta manera, las especies cedro rojo y credo espino, las cuales están diezmadas en la jurisdicción de Corporinoquia, entrarán a ser germinadas por los estudiantes de los grados 9, 10 y 11 de la Institución Educativa, por medio de la recolección de material vegetal vivo en forma de semillas, germinación, embolsado y siembra en el ecosistema identificado.
Nathaly Trejos, líder de proyectos de la Fundación Orinoquia Biodiversa, señaló que el proyecto desarrollado con Corporinoquia tenía como objetivo lograr la sensibilización en los estudiantes para liderar iniciativas ambientales, dada las problemáticas que hay para lograr el cuidado y la conservación de los ecosistemas.
De allí, la importancia de preservar el Parque San Miguel de los Farallones, pues de este nacen varias fuentes hídricas que bañan la cuenca del río Cusiana, la cual abastece varios acueductos veredales, gracias al tupido bosque compuesto por numerosas especies vegetales que se dispersan hacia las altas montañas de la Cordillera Oriental y la Amazonia.
Por su parte Dario Benavidez, rector de la Institución Educativa La Turua, señaló que este proyecto es una valiosa oportunidad para fortalecer los procesos de enseñanza de los estudiantes. “Como formador de estudiantes con un compromiso ambiental, es una responsabilidad impartirles mayor reflexión para que sean conscientes del entorno que nos rodea y del cuidado que le debemos dar”.
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