En el marco del Primer Consejo Nacional de Arroz, el ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, Andrés Valencia Pinzón, informó que se aprobó el plan para el ordenamiento productivo del sector arrocero para el año 2019 con una siembra de 478.000 hectáreas.
Durante la reunión el jefe de la cartera agropecuaria dijo que «el objetivo es seguir trabajando de la mano de los productores para consolidar un sector competitivo a la altura de los mercados internacionales. Le apostamos a la productividad y rentabilidad de la actividad apoyando a los productores con incentivos a la medida de sus necesidades”.
Rafael Hernández, gerente general de Fedearroz, Silverio Gómez, director de Induarroz y Fernando Murillo, representante del núcleo de arroceros del Meta, resaltaron durante la reunión que es la primera vez que se presenta una política seria para el fomento del sector arrocero. Por su parte, Roberto Botero vocero de las Dignidades Arroceras, señaló con beneplácito los objetivos e incentivos propuestos por el gobierno nacional.
La reunión contó con la presencia del General Juan Carlos Buitrago, director de la POLFA y Jesús María Sereno, Subdirector de Gestión de Control Cambiario de la DIAN, quienes informaron a los asistentes sobre los avances en el control de lucha contra el contrabando y las disposiciones gubernamentales en cuanto a los temas cambiarios en el marco del comercio internacional.
La propuesta para el ordenamiento productivo de la cadena arrocera está compuesta por cinco líneas de acción: a) Identificar las zonas con mejor desempeño productivo; b) Planificar la siembra; c) Fortalecer el acompañamiento técnico; d) Facilitar acceso a financiamiento y gestión de riesgos y 5) Mejorar infraestructura y comercialización.
Para la planificación de las siembras se tuvo en cuenta el consumo nacional, los inventarios y las importaciones, como criterios para la determinación de las áreas a sembrar durante 2019, y las cuales se estiman en 478.000 hectáreas. Con esto, el sector arrocero vuelve a la senda registrada durante la década, luego del incremento de las áreas registrado en las vigencias 2016 y 2017.
En cuanto a instrumentos para el acceso al crédito, la propuesta del Ministerio de Agricultura consiste en tres líneas especiales de crédito. La primera para capital de trabajo para la siembra de arroz con tasas especiales, una segunda que corresponde a la estructurada para el fomento a la agricultura por contrato “Coseche, Venda a la Fija” que cuenta con la tasa más baja del mercado para pequeños y medianos productores, 3,5% y 5,5%, respectivamente (DTF-1 y DTF+1). Una tercera línea “A toda máquina” orientada a la compra de maquinaria y construcción de infraestructura en condiciones preferenciales con tasas que van desde 6,5% a 8,5% dependiendo del tipo de productor (pequeño, mediano y grande). También en respuesta a las solicitudes de los arroceros, se presentó un paquete de medidas para el alivio a las deudas arroceras y las condiciones para el acceso al incentivo para el seguro agropecuario.
Para brindar acompañamiento técnico se destinarán recursos del MinAgricultura, Fedearroz y el Fondo Nacional del Arroz dentro del programa AMTEC con miras a ampliar las áreas beneficiarias de este paquete tecnológico. Dentro de los instrumentos para el mejoramiento de la infraestructura y la comercialización, se planteó el establecimiento de un plan para adecuación de tierras apalancado en la consolidación de APP. El sector durante 2019, seguirá contando con recurso para el incentivo a la comercialización otorgado a través de la Bolsa Mercantil de Colombia.
El jefe de la cartera agropecuaria aprovecho la oportunidad para informarles a los asistentes que este plan de ordenamiento será socializado en las diferentes zonas productoras de arroz y será la base para el establecimiento del Plan Arrocero 2022.
Finalmente, durante el Consejo Nacional del Arroz se expusieron los resultados de la cadena en 2018. En primer lugar se estima que el área sembrada sumó alrededor de 504.000 hectáreas, lo que representó un 15% menos que en 2017. Por su parte, la producción habría alcanzado 2,3 millones de toneladas, una variación de -9%, y el rendimiento promedio nacional sería 4,8 toneladas por hectárea.
El ordenamiento de la producción también abarca ocho cadenas adicionales: algodón, panela, cebolla, papa, leche, maíz, forestales y aguacate Hass. Los resultados de estos planes serán socializados en el mes de febrero y corresponden a la estrategia para consolidar la productividad, rentabilidad y competitividad del sector agropecuario colombiano.
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