Luego de la voz de alerta de Cesar Bolaño, de la Fundación Cunaguaro, quien lanzó un S.O.S. por el atropellamiento de especies, se citó el ejemplo de lo que vía San Luis de Palenque en el departamento de Casanare se vive a diario, donde en promedio 14 animales, de unas 30 especies fallecen, según lo asegura el profesional de la Fundación, esto de sebe a los excesos de velocidad de los diferentes gremios de transporte.
Al respecto, la ing. Martha Plazas Roa, reitera el llamado a los diferentes gremios del departamento para que se puedan llevar a cabo procesos de sensibilización con los transportadores y entre todos preservemos la vida de la fauna silvestre.
Además, insta a las autoridades municipales y departamentales, medios de comunicación y comunidad en general, a asumir una posición diferente frente al cuidado de las especies de fauna silvestre en la región.
“Si entre todos practicamos la frase: tú y yo somos el medio para un mejor ambiente, el sentido de pertenencia por el cuidado de nuestros recursos naturales sería una actividad diaria que no nos costaría desarrollar. Valoro y destaco el trabajo que viene adelantando la Fundación Cunaguaro y por ello hago la invitación para que todos sumemos a la justa causa por la vida de las especies de fauna que transitan por las diferentes carreteras de la jurisdicción”, puntualizó Martha Plazas Roa, directora general de Corporinoquia.
Frente a la campaña ¡Despacio! Dale vía a la vida, Corporinoquia relaciona 4 especies de fauna y qué sucede con ellas durante su recorrido:
1- Zorro perro: en su búsqueda constante de agua y por su desplazamiento forzado debe atravesar vías transitadas y en muchos casos no logra terminar su recorrido con vida.
2- Oso melero: en Casanare entre los años 2013 y 2015, en un tramo de 80 kilómetros, la tasa de atropellamiento fue de 4 animales por semana.
3- Oso palmero: en los últimos 5 años han sido atropellados alrededor de 220 animales.
4- Morrocoy: busca sitio para poner sus huevos y en esa búsqueda pierde la vida.
Por último, es importante señalar que la muerte y posterior extinción de las especies genera un daño en la conectividad ecológica entre los organismos y sus ecosistemas. A su vez, cambia a largo plazo patrones reproductivos, migratorios y alimenticios, causando una disminución en el número de especies y por consiguiente la pérdida de la biodiversidad.
