El territorio boyacense ha preparado una variada programación religiosa y cultural, que ha sido consolidada en una cartilla digital, herramienta que permitirá planear la participación en los diferentes eventos.
“La Semana Mayor es un tiempo dirigido a la reflexión, el descanso y el disfrute en familia; el aspecto religioso también juega un factor de gran importancia teniendo como referente que en el departamento se profesa con gran amplitud la fe católica por lo que en diferentes municipios se han implementado estrategias y actividades culturales para esta fecha”, comentó Antonio Leguízamo Díaz, secretario de Turismo del Departamento.
Templos, museos, arte colonial y contemporáneo expresado en la arquitectura boyacense, además de diferentes actividades artísticas y gastronómicas harán de Boyacá un territorio propicio para el descanso, el aprovechamiento de las tradiciones y el desarrollo de la economía.
El objetivo para este año, es que el Departamento siga siendo reconocido como tierra depositaria y artífice de un amplio legado cultural; es así que el gobierno de Ramiro Barragán, a pesar de la emergencia sanitaria, busca promover y posicionar a Boyacá como un destino que tiene como premisa la protección de la vida, promoviendo y aplicando estrictos protocolos de bioseguridad.
La Secretaría de Turismo y la Secretaría de Cultura y Patrimonio, consideran necesario invitar a las administraciones locales para que no desfallezcan en las diferentes campañas de autocuidado y de implementación y sostenimiento de protocolos de bioseguridad; también hacen un llamado a los protagonistas culturales y turísticos para que se implementen las acciones necesarias y seguir garantizando la disminución del riesgo de contagio del Covid -19.
A continuación, se presenta la cartilla con la programación para la Semana Santa 2021; de esta manera se sigue evidenciando el avance turístico y cultural del Departamento y se reconoce la ardua tarea que se gesta en los municipios y parroquias, abriendo sus puertas a todos y compartiendo las tradiciones propias de sus comunidades. Boyacá es para vivirla.
