El banco de la República, dio a conocer el Boletín Económico Regional del segundo trimestre del 2018, en donde dan a conocer que la economía de Suroriente del país (incluyen a Casanare) presentó en el segundo trimestre de 2018 resultados negativos en la producción de arroz, que acusó merma en Meta y Casanare; en los créditos aprobados por Finagro, concretamente en Meta, Guainía y Vaupés, ya que en Casanare permanecieron sin variación y en Amazonas y Vichada reportaron incrementos. A la par, la producción de petróleo registró una ligera caída; en particular, en el Meta, por baja en los campos de Castilla, Chichimene, Rubiales y Quifa, por cuanto en Casanare aumentó, debido al repunte del campo Pautó Sur.
A su vez, las percepciones sobre crecimiento de las ventas en los Llanos Orientales mostraron descenso, aunque menos acentuado que el balance a junio del año anterior, lo que refleja cierta recuperación frente a los resultados negativos de varios meses atrás. Así mismo, el flujo de viajeros aéreos se contrajo, dando continuidad a los retrocesos evidenciados desde finales de 2017 y el transporte terrestre de pasajeros se redujo en el trimestre analizado, aunque creció en el acumulado semestral, y la ocupación hotelera disminuyó en el Meta y subió en Casanare.
Por su parte, en Casanare se contabilizaron 93.031 toneladas de arroz en el primer semestre de 2018, que representaron una contracción de 13,7% en el periodo de comparación, resultado que también estuvo influenciado por la caída en el área sembrada de 20,0% y en una ligera baja en el rendimiento por hectárea de 5,9 t/ha, a 5,7 t/ha.
Casanare reportó colocaciones crediticias por $173.391 millones, cifra con la cual se mantuvo sin variación en el comparativo interanual, dando continuidad a la desaceleración evidenciada en los dos trimestres anteriores. Los rubros que presentaron las reducciones más pronunciadas fueron capital de trabajo para la producción de arroz secano e inversión en maquinaria y equipo para siembras, mientras los de mayor avance fueron normalización de cartera 1 e inversión en infraestructura, maquinarias y equipos para la transformación y la comercialización, y mantenimiento de cultivos de tardío rendimiento en periodo improductivo.
La producción de petróleo en Casanare en mayo registró un promedio de 175.170 bpdc, superior 4,1% respecto al total logrado en igual mes del año precedente, en tanto que para el periodo de análisis el promedio se ubicó en 169.065 bpdc, superior en 3,1% en el comparativo anual, debido al repunte del campo Pautó Sur.
La demanda de energía en Casanare, que sumó 77 millones de kW/h, mostró en el periodo abril – junio del año en curso un avance anual de 3,4%. Tal resultado estuvo sostenido por las variaciones positivas de los sectores industrial (15,7%),
oficial (28,3%) y no regulado (18,5%), completados con el ligero avance del uso comercial (1,6%). Estos, junto con el progreso de algunos incluidos en el grupo “Otros”, equilibraron la mínima reducción del consumo residencial, que participó con el 55% del total y decayó 0,7%.
La demanda de gas en Casanare aumentó 4,2% frente al mismo lapso del año anterior, al sumar entre abril y junio 3.815 miles de m3. Este comportamiento, que se destacó como el mejor en más de un año, tras cuatro trimestres de resultados negativos, fue impulsado sobre todo por el renglón domiciliario; no obstante, el comercial y el GNV también crecieron, en tanto el industrial registró una importante disminución que no influyó de manera significativa en el desempeño departamental por su baja participación.
Con relación a licencias de construcción, Casanare, se instaló como la segunda mayor contribución regional, al pasar su licenciamiento de 14.616 m² a 112.655 m² entre los dos trimestres comparados, debido al resultado ascendente de Yopal, que calculó en el trimestre más reciente 111.640 m². Por su parte, del metraje reportado en este territorio durante el primer semestre, que correspondió a 129.095 m², cabe destacar que 76.985 m² tuvieron como principal destino el capítulo de industria, y la mayor parte del área restante se orientó a la construcción de vivienda.
En Casanare, el volumen de cemento despachado durante el segundo trimestre fue inferior en 11,3% con respecto a igual periodo del año previo, al sumar 23.976 toneladas. Aunque negativo, este resultado implicó un alivio en comparación con los retrocesos más pronunciados evidenciados en los últimos dos años. Por canales de distribución, los constructores y contratistas determinaron el balance departamental con una merma superior a 50%; seguido de lejos por el de concreteras. Por el contrario, el segmento de comercialización revirtió la tendencia negativa observada por alrededor de tres años, con un aumento anual de 8,6%.
Con relación a la venta de vehículos, se agregó el importante avance de 34,5% en el número de vehículos matriculados en Casanare, que corroboró el buen momento de esta actividad.
Por su parte en Casanare, la ocupación hotelera en el segundo trimestre arrojó un promedio de 41,2% lo que evidenció cierta recuperación frente al indicador de igual periodo del año anterior que fue de 33,8%. Situación similar si se mira el acumulado a junio que dejó entrever un aumento de 4,7 puntos porcentuales –pp- en el comparativo anual. Lo anterior, estuvo en línea con el descenso semestral en las tarifas de 7,1%.
El aeropuerto de Yopal, reportó una reducción de 4,7% en viajeros, variación que de todos modos le permitió continuar siendo la terminal más importante de Suroriente con un equivalente a 36% de este consolidado.
En Casanare se presentó un significativo descenso en el valor de sus exportaciones, después de haber sumado US$189 miles en el primer semestre del año previo y US$56 miles en similar reporte de 2018. Las ejecuciones del periodo reciente pertenecieron, en su mayoría, al grupo de pieles y cueros remitidos a Turquía; y al de reactores nucleares, calderas, máquinas y aparatos mecánicos, transados con México y Argentina.
Con respecto a las importaciones Casanare, continuó representando más del 60% de este consolidado en la región, con compras por US$57.114 miles, y también mostró un incremento anual de 24,5%. Este comportamiento, que contrastó con el descenso registrado a junio de 2017, fue atribuido casi en su totalidad al grupo de maquinaria industrial procedente de Islas Vírgenes (británicas), Perú y Estados Unidos.