Una importante participación en el debate de control político adelantado al interior de la Comisión V de la Cámara de Representantes sobre titularidad de tierras, hizo el Representante casanareño del Partido Centro Democrático Jairo Cristancho, al solicitar que se reduzca la restricción existente que no permite la titulación de tierras en predios distantes hasta 2.5 kilómetros de proyectos petroleros.
La propuesta del parlamentario casanareño es que ese perímetro se reduzca a 1 kilómetro, para permitir que gran cantidad de casanareños que poseen predios cercanos a proyectos de la industria petrolera puedan comenzar el proceso de titulación de sus terrenos.
Recordó Cristancho, que municipios como Paz de Ariporo, Hato Corozal, Trinidad, Pore, Nunchía, San Luis de Palenque y Orocué tienen el 80% de sus tierras sin titular, generando con ello una grave afectación a sus propietarios que no cuentan con el respaldo del título de propiedad de sus terrenos.
El debate de control político se hizo a la Agencia Nacional de Tierras, al Viceministerio de Agricultura y al IGAC, buscando que estas tres instituciones articulen su trabajo para lograr que por fin los campesinos cuenten con el título que acredite la propiedad de sus terrenos.
Otra solicitud puntual consistió en la necesidad de crear la Oficina de la Agencia Nacional de Tierras en Casanare, para fortalecer el trabajo y permitir que los casanareños cuenten por fin con la titularidad de sus tierras.
Desde la Comisión VII de la Cámara, de la cual hace parte el representante Jairo, se logran gestionar mejoramientos de vivienda rural, pero en la mayoría de ocasiones se pierden estas ayudas, por no contar con los títulos de propiedad de los terrenos.
“Es un gran problema darse la pela por esos recursos, y descubrir que cuando llegan allá no hay a quién adjudicárselos”, manifestó Cristancho.
El parlamentario recordó que el problema de la titulación de tierras en Casanare es mayúsculo, tal es el caso del municipio de Hato Corozal, donde gran parte del casco urbano hace parte de una Cédula Real, imposibilitando que se puedan titular estos predios.