La estación de policía del municipio de Monterrey se ha convertido en un elefante blanco, la obra en su segunda etapa debía haber sido entregada en el mes de octubre del año 2016, situación que no se dio en esa fecha y por el contrario la obra está detenida y no se observan obreros en la misma.
La obra fue otorgada en licitación pública (con un solo oferente) mediante el contrato número 491 del 18 de diciembre del 2015, en la administración del alcalde José Eduardo Ballesteros, el contratista es el señor Lino Rodríguez Ochoa, el valor del contrato es de $2.149.531.078 (dos mil ciento cuarenta y nueve millones quinientos treinta y un mil setenta y ocho pesos), y el valor de la interventoría es $150.467.289 (ciento cincuenta millones cuatrocientos sesenta y siete mil doscientos ochenta y nueve pesos), se conoce que actualmente el contratista ha intentado mover los dineros de este contrato para poder terminar la peor obra del municipio de Monterrey y que se encuentra en estos trámites de manera acelerada.
El contrato ha sufrido cuatro suspensiones por cuatro meses, y se supone que la obra debería ser entregada el 21 de febrero del año 2017, situación que no se cumplió. Las suspensiones se dieron porque los diseños quedaron mal elaborados, según expertos de la Policía Nacional, los cuales hicieron una serie de reparos después de que la obra estaba en ejecución, detalles como el armerillo, la oficina de atención al ciudadano, las garitas de vigilancia, entre otros, no fueron tenidos en cuenta en los diseños originales; para la Policía la obra tiene un 50% de retraso, lo que explica que los diseños habrían sido realizados a la carrera y sin un mínimo de requisitos.
Este elefante blanco fue presentado al Fondo Departamental De Seguridad para buscar la manera de financiamiento para su terminación y puesta en funcionamiento, ya que la obra inconclusa se ha convertido en un foco de inseguridad por estar encerrada en lona, da mal aspecto al sector ya que se encuentra en un lugar céntrico cerca de una institución educativa donde miles de niños estudian primaria; se está a la espera de una respuesta por parte del departamento y de la alcaldía de Monterrey, ya que está última es el contratante de la segunda fase.
