El predio se llama La Esperanza. Está ubicado en la vereda Caño Rojo y le pertenece a María Gladys Castañeda, una mujer campesina que fue víctima de las presiones de la guerrilla.
Desde 1995, María y su esposo, Evangelista Hernández, fueron poseedores de la parcela que explotaron económicamente con ganadería y agricultura; pero, en marzo de 2013, milicianos de las FARC sacaron de su propiedad a Evangelista y lo asesinaron, mientras que la viuda y sus hijos debieron abandonar el predio para preservar sus vidas.
“Fue muy duro la muerte de mi esposo. Pero tenía que seguir, para darle un mejor futuro a mis hijos. Mi anhelo es recuperar la tierra, volver a ella y seguir trabajando. La Unidad se ha portado bien conmigo y me han ayudado mucho, y eso me ha renovado las esperanzas”, afirmó María.
La Unidad de Restitución de Tierras (URT) solicitó ante el juez declarar a María como titular del predio y ordenar la restitución de las siete hectáreas de tierra que componen a La Esperanza; y que se ordene a la Alcaldía de Lejanías condonar los dineros correspondientes al valor del impuesto predial desde la época en la que sucedió el hecho victimizante.
La directora de la UTR en Meta, Viviana Beltrán Bustos, aseguró que “con la radicación de esta demanda, renovamos nuestro compromiso de brindar acompañamiento jurídico y lograr que los reclamantes vuelvan a su tierra”.
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