En momentos en que el mundo pide a gritos una vacuna que logre controlar y terminar con la pandemia generada por el Covid-19, el doctor Luis Carlos Villamil, investigador emérito, profesor de la Universidad de La Salle y Miembro de la Sociedad Colombiana de Historia de la Medicina, abre un debate sobre la problemática que acarrea este avance, que “constituye un progreso para la salud pública global, pero también un escenario de conflictos éticos relacionados con los intereses comerciales y los derechos y libertades de los ciudadanos”.
“La industria farmacéutica impuso como condición para el suministro de las vacunas contra el Covid-19, la exoneración de responsabilidades ante la eventual presentación de efectos adversos. Con lo anterior, las multinacionales pasan a los gobiernos la responsabilidad de hacer frente a los potenciales riesgos relacionados con la vacunación, algo contradictorio en salud púbica”, asegura Villamil.
Varios países aceptaron dichas imposiciones en la premura de encontrar una solución a la problemática de salud pública y discuten en sus respectivos parlamentos la exigencia impuesta por las multinacionales. En Colombia, por solicitud del gobierno nacional, está en trámite de aprobación la llamada Ley de Vacunas, por medio de la cual se garantiza el acceso de los ciudadanos a las vacunas contra Covid-19, pero en el articulado se adicionó el polémico artículo que exime de responsabilidad a las empresas farmacéuticas fabricantes del biológico, ante cualquier evento inesperado.
“Por ahora, hay más preguntas que respuestas”, enfatiza el académico de la Universidad de La Salle, para quien es fundamental “la reacción de los ciudadanos ante la imposición de condiciones que favorezcan los rendimientos de las multinacionales de vacunas y la ausencia de información sobre la inocuidad y los niveles de protección conferidos por las vacunas en experimentación”. Asimismo, Villamil considera que “el mundo debe priorizar la salud global ante las patentes y los intereses económicos; también los derechos y libertades de los ciudadanos frente a los intereses comerciales de la industria farmacéutica”.
Por. Unisalle.
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