Durante los últimos meses hemos sido testigos del inusual crecimiento de la inseguridad en la ciudad de Yopal, hurtos a droguerías y supermercados, hurto a mujeres que se movilizan en moto, son el pan de cada día en la capital casanareña, pero esporádicamente la Policía logra una que otra captura los jueces deciden darles libertad porque no son un peligro para la sociedad.
Pero más allá de las capturas, de los operativos (como el del pasado viernes cuando fue víctima la secretaria de salud departamental) en el cual se realizó operación candado y persecución policial en carros y motos con bala incluida pero que finalmente no lograron la captura de los delincuentes.
Llama la atención que, en una ciudad como Yopal, epicentro de la presencia de una base de la fuerza aérea (hace poco le construyeron un segundo hangar, y sobrevuelos nocturnos), sede de la Octava División del ejército (Brigada XVI, grupo Guías del Casanare, Gaula militar, finca de descanso y reentrenamiento, entre otros), dos comandos de Policía (departamental y estación Yopal), Fiscalía (con 2 subsedes), 12 mil millones de pesos en cámaras de seguridad, de las cuales escasamente sirven entre 5 y 6; millonarios recursos en la compra de motos y carros, pero la seguridad no se ve en la práctica.
Como explicarle a la ciudadanía qué a pesar de la presencia de toda la institucionalidad de organismos de seguridad en la capital casanareña, la sociedad este inmersa en la mal llamada “seguridad por mano propia” utilizando “paloterapias” contra los delincuentes, al no tener otra alternativa de cuidar sus pertenencias.
Hacemos un llamado urgente a los organismos de seguridad del Estado con presencia en Yopal y Casanare, a intensificar las labores de lucha y desmonte de las mafias (de hurto y venta de alucinógenos) que se han apoderado de la ciudad, al punto de presentarse lugares de la capital en donde la fuerza pública no entra, y desde donde se maneja la delincuencia de la ciudad.
Necesitamos resultados concretos de desmonte de las bandas criminales para que la ciudadanía vuelva a creer en su fuerza pública, y para que la tranquilidad y crecimiento económico de Yopal se cristalice después de un año amargo debido a la pandemia de la covid-19. NO MÁS INSEGURIDAD EN YOPAL.
