Durante los últimos meses hemos sido testigos silenciosos de un verdadero viacrucis por el que viene atravesando la hermosa capital del departamento de Casanare, caos en la movilidad, inseguridad en aumento (pero cuando la Policía va a realizar un puesto de control a motocicletas, acudimos a las redes sociales a contar en qué dirección lo están haciendo para que no transiten por ahí, para luego salir a exigir más seguridad), falta de autoridad, falta de cultura ciudadana, disminución de la gobernanza, mociones de censura contra secretarios del despacho del alcalde Puentes, inundación de basuras en los separadores entre otros.
Pero estos problemas tienen sus raíces en la ciudadanía, sí, en nosotros los que habitamos este hermoso terruño, ese que no es de nadie pero es de todos, esta ciudad cosmopolita que le abrió sus puertas a una gran cantidad de seres humanos de otras regiones que vieron en sus calles una oportunidad de sacar a sus familias adelante, a todos aquellos nacidos de sus entrañas que vieron como sus padres construían sus sueños de grandeza para la capital mundial del llanero. Pero hoy, somos responsables, unos por omisión y otros por acción, del derrumbamiento de esos sueños, de la caída de sus cimientos, del resurgimiento de la “quejadera”, del señalamiento desde el centro del país por las malas decisiones que tomamos.
Basta con salir por estos días a recorrer las principales calles de nuestro Yopal, para observar impávidos la acumulación de basuras en los separadores, actos que son contrarios al nuevo código de policía, pero que por estas tierras sus multas no pegaron, recorrer los andenes se ha convertido en una odisea en algunas vías, ello debido a la invasión del espacio público por comerciantes que creen que los andenes y las vías hacen parte de los locales comerciales; aunado a ello la proliferación de la “conitis naranjada” por parte de algunos ejemplares ciudadanos que se adueñaron de varias vías de la ciudad para imponer parqueaderos privados en plena vía pública.
Añoramos esa cultura ciudadana promovida por el entonces alcalde de Bogotá y hoy tumbado de su curul de senador, Antanas Mockus, cultura ciudadana que nos recordaba que los andenes son para la gente, las vías son de todos, los parques para las familias, pero lo más importante, que la ciudad es mi casa y por ende la debemos cuidar; pero en Yopal, creemos que solamente la responsabilidad es del alcalde de turno y que nosotros podemos hacer lo que no dé la gana; que el problema de la inseguridad es de las autoridades y no nuestra, que la limpieza de la ciudad es de las empresas de aseo y no de los que botan sus desechos a los separadores.
Pero también hay que ser conscientes de que a la administración municipal le falta autoridad, le falta tomar decisiones firmes, garantizar la seguridad de todos y no
sólo del comando de Policía departamental, al cual, después de las seis de la tarde le cierran las vías aledañas para protegerla, mientras que a los habitantes del resto de la ciudad nadie los protege.
Pero yo pregunto ¿hasta cuándo nos vamos a aguantar esta situación?, ¿es que de verdad, no vamos a hacer algo?, ¿será que el concejo de Yopal nos tendrá que aplicar moción de censura a todos nosotros?, ¿la inmensa mayoría de gente buena que somos los habitantes de esta hermosa ciudad, nos vamos a dejar ganar de una minoría bandida?, ¿esta es la Yopal que le dejaremos como herencia a nuestros hijos?.
Pues yo no sé ustedes, pero lo que soy yo voy a aportar mi granito de arena para recuperar este que durante 26 años ha sido mi hogar, voy a salir así sea a “sapear” al mal vecino que bota las basuras a los separadores, voy a salir a exigirle a las autoridades más acción y resultados, ya que quiero ver mis impuestos invertidos en mi bienestar como ciudadano, voy a salir a ejercer mi ciudadanía de manera responsable, empezando por reconocer mis errores como ciudadano antes de echarle la culpa a los gobiernos actuales o anteriores, al fin y al cabo en la ciudad gobiernan las autoridades elegidas por las minorías para administrar a las mayorías; quiero ver a nuestra Yopal grande, limpia, con autoridad, orden, y decencia, y ¿usted qué va a hacer?.
